En la Granadella, el color de la esperanza es el verde, pero ahora también es el violeta. Si el pasado año por estas fechas, a los 6 meses del terrible incendio que calcinó 812 hectáreas de Xàbia y Benitatxell y devoró por completo el paraje de la Granadella, florecían los gladíolos silvestres en las laderas de lapiaz, ahora el milagro botánico lo protagoniza la lavanda o espliego (lavandula dentata). Esta aromática planta ha resurgido con fuerza y ahora está en plena floración. El violeta de sus flores da color a una montaña que, a los 18 meses del fuego, recupera la vida. La lavanda rebrota en terrenos soleados y pedregosos. La Granadella borra poco a poco la huella del desastre.