A Xàbia le dio hace ya dos décadas por plantar jacarandas en sus grandes avenidas (las de Palmela, la Vía Augusta o Ausiàs March) y en las urbanizaciones. Hay más de cinco mil. Es el árbol urbano que más abunda con diferencia. Ahora las jacarandas están preciosas. Sus ramas se hallan repletas de flores azul violeta. Estos árboles son bonitos si se levanta la vista. Pero si se mira al suelo las jacarandas ya no embriagan tanto. Las aceras y las calles están repletas de flores que desprenden un aceite pegajoso y, a veces, resbaladizo. El departamento de Servicios limpia con agua a presión la suciedad de las jacarandas. La concejala de Servicios, Kika Mata, admitió que es un árbol urbano que les genera muchos problemas. Las jacarandas que se secan se sustituyen por otros árboles menos floridos.