La nacra (Pinna nobilis), el segundo molusco más grande del mundo por detrás de la almeja gigante, renace en el lugar más insospechado. Está en peligro crítico de extinción. Pero ha resurgido en las granjas marinas de Calp y la Vila Joiosa, que gestiona el grupo Andromeda. El pasado mes de marzo se hallaron miles de juveniles en estas instalaciones de acuicultura. Los científicos del Imedmar de la Universidad Católica de València (este centro de investigación marítima tiene instalaciones y laboratorio en el puerto pesquero calpino) iniciaron una investigación. Han realizado estudios genéticos de estos ejemplares de Pinna sp. Y han confirmado que entre 200 y 400 larvas son de Pinna nobilis. El resto son Pinna rudis, especie que también está protegida.

La nacra, que llega a medir 120 centímetros y alcanza los 30 años de vida, prácticamente ha desaparecido desde 2016 de los fondos marinos. Un parásito las fue matando hasta casi acabar con estos espectaculares moluscos, que entonces entraron en la categoría de especie en peligro de extinción.

En las granjas marinas de Calp y la Vila, las larvas han aparecido en los cabos (cuerdas o maromas).

El investigador del Imedmar y profesor de Ciencias del Mar en la Universidad Católica, José Rafael García March, explicó que recogieron «uno a uno los juveniles para trasladarlos a un lugar donde pueden crecer en condiciones óptimas y fuera de la influencia de la enfermedad».

El director de este Instituto de de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina, José Tena Medialdea, advirtió de que todos estos ejemplares estarán un tiempo de cuarentena hasta juntarlos con las poblaciones sanas que se están criando en cautividad para evitar la extinción de la especie.

Mientras, el director del grupo Andromeda, Tahiche Lacomba, calificó de «gran hito medioambiental» que las granjas marinas propicien la diversidad marina y puedan convertirse en lugar de cría de la nacra.