La república independiente de las fiestas del Santíssim Crist de Gata (la próxima celebración de finales de julio y principios de agosto ya no tendrá reina, sino representantes) ha abierto para el ayuntamiento un territorio inexplorado. Los partidos políticos no se ponen de acuerdo en cómo elegir a los representantes que sustituirán a la reina y discrepan de los pasos a dar para lograr unas fiestas igualitarias e inclusivas.

Eso sí, lo que está claro es que esta celebración se libera de las connotaciones pelín anacrónicas del acto de la coronación. Exaltar a una reina significaba «cosificar» a la mujer. De ahí que todos los grupos decidieran el pasado mes de marzo suprimir esa figura. En las próximas fiestas, se elegirá a una pareja o a un trío de representantes. Pero, cuando el ayuntamiento apostó por unas fiestas libres de prejuicios sexistas, las parejas ya se habían sorteado y estaban hechas. Se atenían al patrón de siempre. Son de chica y chico. La diversidad de la sociedad todavía no cala. El ayuntamiento no ha querido forzar la máquina. Pero sí confía en que en los próximos años los representantes sí reflejen los nuevos modelos afectivos.

Ahora el dilema estriba en cómo elegir a los representantes de las fiestas. Ya no hay tiempo para convocar una consulta y que todo el pueblo opine sobre la fórmula de la elección. Sí se hará la consulta tras la próxima celebración del Santíssim Crist.

El PP, que está en la oposición, llevó al pleno del martes una moción para mantener todavía este año votación con «cartonets» (papeletas de cartón) que se ha venido realizando durante los últimos 50 años. No prosperó. Mientras, JuGa planteó que se efectuara un sorteo (ya se hace para los representantes infantiles). Este grupo sostuvo que es una fórmula más «igualitaria e inclusiva». En marzo, todos los partidos coincidieron en que pasar la urna el día de la coronación (ahora será simplemente de la elección) propiciaba que el numeroso público (cerca de mil personas) votara a la candidata de 18 años más popular, más guapa y simpática y de mejor familia (esto último ocurría más antes). La propuesta de JuGa tampoco hizo camino.

El PSPV sí tuvo más suerte. Planteó que le sistema de elección de este año se consensuara en un encuentro que los grupos políticos mantendrán el próximo 11 de junio con la comisión de fiestas y los quintos. La opinión de los quintos es todavía un misterio, ya que han estado de exámenes y el ayuntamiento no se ha reunido con ellos. Los socialistas lograron el apoyo del gobierno en minoría de Compromís, algo inaudito ya que estos dos partidos son en Gata como el agua y el aceite (vamos, que mezclan mal). Por tanto, las fiestas arrancan a finales de julio y todavía está en el aire como se elegirá a sus representantes. La república (ya no hay coronas) festera de Gata todavía está en construcción.