«La Pepa», el camión de exaltados del comité revolucionario que recorrió los pueblos de la Marina Alta al iniciarse la Guerra Civil y que sembró de muertos las cunetas, nunca entró en Gata de Gorgos. El republicano José Ferrandis Ginestar, que fue alcalde entre el 7 de marzo de 1936 y el 2 de enero de 1937, no consintió que en su pueblo mataran a nadie. Se jugó la vida. Y Gata fue el único pueblo de la comarca que esquivó esa ola de violencia. Luego Ferrandis tuvo que exiliarse a Francia y allí murió.

Gata reivindica ahora a este alcalde republicano. El PSPV presentó anoche en el pleno una moción para nombrarlo alcalde honorífico. En noviembre de 2013, ya se aprobó por unanimidad conceder a Ferrandis este título. Pero el expediente no ha hecho camino. Anoche los socialistas también reclamaron que un parque situado en la ribera del río Gorgos lleve el nombre de José Ferrandis. La propuesta del PSPV también plantea que se coloque una placa para recordar que este alcalde, en un tiempo muy convulso, arriesgó incluso su vida para proteger a sus vecinos.