No es oro todo lo que reluce en los chalés de lujo de los acantilados de Xàbia. Casi todo el litoral de la Marina Alta tiene la asignatura pendiente del alcantarillado. Abundan las viviendas con fosas sépticas. Es un mal menor. Ahora se ha detectado en un acantilado próximo a la cala de la Granadella de Xàbia que un impresionante chalé construido hace ya unos años está arrojando vertidos fecales al acantilado. Técnicos municipales ya han realizado inspecciones. También integrantes del IROX (Institut de Recerca Oceanogràfica de Xàbia), entidad que vela por la conservación del litoral y que ha pedido la protección de las antiguas pesqueres (sendas costeras), han advertido de la existencia de una tubería que baja por el muro del chalé. El hedor delata que el agua que sale de esa tubería no está precisamente limpia. Son vertidos fecales. Se ha formado un reguero. Ayer no salía agua a chorro, sino que goteaba. Los propietarios del chalé abren de tanto en tanto el grifo de las aguas residuales.

El citado chalé mantiene en condiciones bastante lamentables el gran muro que da al acantilado. Se han desprendido baldosas y han caído también cortado abajo. Las obras en este abrupto tramo costero también han deteriorado la senda de la pesquera de Encots. Ha habido desprendimientos de tierra y piedras. Esta franja litoral es una de las más bellas de la Comunitat. Una promotora de nuevos chalés sí ha dejado un acceso para poder asomarse al espectacular litoral de Ambolo y la Granadella. Es un resquicio entre los chalés de lujo.