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La carta de un xabiero que murió en Mauthausen: «No sabemos qué será de nosotros»

Xàbia rinde homenaje a Bertomeu Cardona y Batiste Bas, sus dos vecinos asesinados en noviembre de 1941 en el campo de exterminio nazi

Bertomeu Cardona Espasa y Batiste Bas Soler, los dos vecinos de Xàbia víctimas del nazismo. levante-emv

Escribió muchas cartas a sus padres. Nunca recibió respuesta. Sólo una salió del infierno. Bertomeu Cardona Espasa, nacido en 1919 en Xàbia, vivió el horror del campo de exterminio nazi de Mauthausen-Gusen. Allí murió con 22 años. En la única carta que escapó al férreo control de los carceleros, Bertomeu comunicó a sus padres que estaba en Alemania. Lamentaba que no le contestaran a sus otras muchas misivas («no sé si no llegan o si se pierden»). Y mezcló una nota de desesperación («no sabemos que será de nosotros») y otra de optimismo («tenemos el presentimiento de que estaremos bien»). Es evidente que no quería preocupar en demasía a sus padres. Les confesaba su anhelo de poder regresar algún día. «Les echo de menos; cada día tengo más ganas de verles (...), pero, en fin, las cosas son así y hay que aguantarlas como vienen». Este joven xabiero se despedía abruptamente, porque «no tengo más papel». «Recuerdos a todos; besos y abrazos a los niños».

La familia de Bertomeu ya no supo más de él. Fue confinado en abril de 1941 en el campo de exterminio nazi y allí murió en noviembre de ese mismo año.

Otro vecino de Xàbia, Batiste Bas Soler, también fue asesinado en Mauthausen-Gusen. Había nacido en 1921. Al igual que Bertomeu, luchó en la Guerra Civil en el bando republicano. Marchó al exilio. En enero de 1941, ingresó en el campo de concentración. También murió en noviembre. Tenía 29 años.

Estos dos xabieros, como los cuatro republicanos de Dénia y los cinco de Pego y los miles de españoles que vivieron el horror de Mauthausen-Gusen, pasaron primero por los terribles campos franceses de refugiados. Franco los declaró apátridas. Y fue su condena de muerte. Los nazis los despojaron de toda condición humana. Morir era en Mauthausen-Gusen solo cuestión de tiempo.

La última etapa del exterminio era el olvido. Xàbia rescata ahora la memoria de Bertomeu y Batiste. Les rendirá homenaje el próximo 11 de mayo en el Museo Soler Blasco, donde ese día se presenta el último número de la revista Aguaits, que analiza la represión en la Marina Alta durante la Guerra Civil y la posguerra. Al acto asistirá Josep Bas, familiar de Batiste. Mientras, Pilar Moreno, familiar de Bertomeu, ha luchado por recuperar su memoria. Queda su carta. Su última carta.

Fragmento de la última carta que Bertomeu Cardona logró que sus padres recibieran tras enviarles otras muchas que nunca salieron del campo de concentración de Mauthausen-Gusen. Les comunica que está en Alemania y expresa incertidumbre y luego esperanza: «No sabemos qué será de nosotros, pero me parece que tenemos el presentimiento de que estaremos bien».

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