La Assemblea Animalista de Benissa ha enviado una instancia a la conselleria de Medio Ambiente en la que le pide que investigue los delitos que se han cometido por el envenenamiento de perros y fauna silvestre, realice necropsias para averiguar el veneno utilizado y suspenda la caza en el coto local.

Este colectivo recuerda que han muerto 20 perros intoxicados, así como tejones, ginetas, zorros y un gato serval, y otros 27 canes han sobrevivido al envenenamiento. Infiere que los cebos los colocaron «personas que conocen el territorio». Y advierte que estos ataques contra los animales están tipificados como delito y castigados con penas de prisión de entre seis meses y dos años.

Los animalistas concluyen que los cebos se dejaron «estratégicamente en campos, parcelas privadas y montañas» con la intención de «´preservar´ las especies cinegéticas en los cotos de caza menor». Precisan que el veneno pretendía acabar con los animales, incluidas aves rapaces, que pueden cazar las perdices soltadas por los cazadores. Avisan de que el veneno pasa a la cadena trófica. «Nunca se desintegra y puede llegar a los acuíferos».

Este colectivo subraya que el veneno ha afectado a parajes como la Serra de Bèrnia y el Ferrer, protegidas incluso con las figuras europeas del LIC y la zona Zepa.