Los condenados deberán indemnizar con mil euros por daños morales a la dueña de las dos perritas. También deben abonar 300 euros por la muerte de la perra Lola, de 8 años de edad y 171 por los gastos veterinarios de atender a la perra Kika, herida por el impacto de los perdigonazos.

La sentencia considera probado que los acusados abrieron fuego contra los canes domésticos a menos de 20 metros.