Dos nuevas piezas en el puzle de la historia del juguete de Dénia. La familia Bas Perelló (los Bas son de Xàbia y los Perelló de Dénia) ha cedido al Museu dels Joguets dos juguetes «emblemáticos» de la industria juguetera de la Marina Alta. Son un caballo de cartón datado en 1915 y un carrito de madera de los que se fabricaron en Dénia entre 1940 y 1950.

Bartolomé Bas Segarra explicó ayer que el caballo, de primoroso acabado, perteneció a una familia pudiente de Xàbia que regentaba un horno. Le compraron el caballito a su hijo, que de joven ingresó en el sanatorio psiquiátrico de la Santa Faz, en Alicante. El juguete quedó arrumbado. Bartolomé conserva una fotografía de 1926 en la que aparece su padre, que entonces tenía apenas 4 años, con el caballo. El niño de la foto cuenta ahora 95 años. Bartolomé logró recuperar el viejo juguete con el que posó su padre, pero estaba muy deteriorado. Encargó a la dianense Josepa Padín Devesa que lo restaurase.

El caballo luce ahora como nuevo. «Es una auténtica joya», afirmó el director del Museu dels Joguets, Josep Antoni Gibert, que dijo que está emparentado con otros dos caballos de cartón que se exhiben en este museo. Estos juguetes los vendía la fábrica dianense de Luis Romans, pero se manufacturaban en talleres de Pego. El Museu dels Joguets difundirá el juguete cedido ahora como «la pieza del año».

El carro de madera perteneció a la familia dianense de origen francés Vignau. Los Bas Perelló también lo recuperaron y restauraron. Ahora la han cedido al museo dianense. «Estas pequeñas tartanas, que los niños utilizaban como carretillas, son un juguete absolutamente emblemático de la producción de Dénia», subrayó Gisbert.

El edil de Cultura, Rafa Carrió, agradeció a la familia su «altruista donación». El concejal acaricia la idea de ampliar cuanto antes el Museu dels Joguets. Se ha quedado estrecho y, mientras, el patrimonio del juguete de Dénia no para de crecer.