El personal del parque natural del montgó está retirando los amontonamientos de piedras que los excursionistas levantan a modo de esculturas. En realidad, le hacían un flaco favor al paisaje y al ecosistema. Al remover la tierra e incluso antiguos márgenes de piedra en seco, provocaban microerosiones y alteraciones en los suelos, la flora y los hábitats de los insectos. Esos 'chirimbolos' se han convertido en una perniciosa moda.