Un vecino que caminaba la noche del miércoles por el puente de la Vía Augusta, en Xàbia, escuchó los aullidos lastimeros de un perro. Se asomó al lecho del río Gorgos y vio a un can malherido. Acudieron agentes de la Policía Local y voluntarios de Protección Civil, así como el veterinario de la protectora de animales Apasa, José Luis Genovés. El perro, un mestizo de bóxer de 28 kilos y bastante joven, sangraba por la boca, tenía rota una pata y una lesión también en la cadera. También presentaba heridas en las rodillas. Lo inmovilizaron antes de sacarlo del cauce del río y llevarlo a una clínica veterinaria.

El animal pudo caer desde el puente de la Vía Augusta (hay una altura de unos 5 metros), pero tampoco se descarta que alguien lo tirara. También pudo sufrir un atropello y, malherido y asustado, refugiarse en el lecho del Gorgos. Junto a él estaba otro perro, un podenco que o se le ha escapado a un cazador o lo ha abandonado.

El can herido perdió mucha sangre. Llevaba dos collares, uno de ellos antiparasitario, pero no se le ha podido encontrar el chip, por lo que ha sido imposible localizar a su dueño. Se está recuperando muy bien.

Genovés ha explicado que es un perro dócil y no da ningún signo de haber sido maltratado. Todavía tienen que hacerle radiografías para comprobar el alcance del golpe en la cadera.