La histórica lonja de Dénia se aguanta en pie por los pelos. El edificio es robusto y el zócalo de sillares todavía le da más aplomo. Pero los cimientos son una ruina. Las obras para rehabilitarla, que financia el Consell con 846.293 euros de lo que le toca a Dénia del Plan Confianza, arrancaron a finales de junio. Pero llevan ya un mes paralizadas. La concejala de Urbanismo, Maria Josep Ripoll, reveló ayer que hay «detalles técnicos» de la cimentación en los que discrepan la dirección de obra y la empresa adjudicataria, que es Binaria.

El problema tiene su calado. Una firma de Murcia especializada en cimentación reforzó ayer con una zapata uno de los pilares. Es una prueba. El director de la obra deberá ahora valorar sí esa solución es la idónea. Urge reforzar la cimentación, que, además de ser muy débil, estaba bastante deteriorada por la vibración del continuo paso de vehículos (incluso pesados) por la Explanada Cervantes.