Chiquiti vivió ayer una doble liberación. Regresó al mar, donde ya aletea libre y en plena forma. Y se libró del frío número 297. Los veterinarios del Área de Recuperación y Conservación de Animales Marinos (ARCA del Mar) de l'Oceanogràfic de València han curado con mimo a esta tortuga desde enero, que fue cuando la capturó accidentalmente en sus redes un arrastrero de Cullera. Incluso la han tratado en una cámara hiperbárica diseñada para quelonios. Pero ponerle un nombre son palabras mayores. La identificaron con un número.

El 297 se quedó ayer en tierra. El club náutico de Xàbia tuvo la feliz idea de organizar un concurso en el que los niños apuntaban nombres en papeletas. La joven regatista Arantxa Reig eligió una al azar. Y fue la de la niña Abril Sánchez, quien bautizó a la tortuga con el nombre de Chiquiti. Abril le deseó que fuese «feliz en el mar». Y este ejemplar, de unos 6 kilos de peso y menos de 30 años, empezó a aletear con fuerza. Casi daba la impresión de que aplaudía. Era la emoción de recuperar la libertad.

Tras el ritual del nombre, varias embarcaciones del club náutico pusieron proa a aguas abiertas. A una milla del puerto, Chiquiti volvió al mar. La soltaron el alcalde, José Chulvi, y Arantxa Reig. La estampa fue preciosa. Una flotilla de pequeños veleros Optimist (ayer se disputaba en la bahía de Xàbia el campeonato autonómico infantil de vela) acompañaba a la comitiva marítima. Al fondo, se recortaban el Montgó y el cabo de Sant Antoni. La tortuga no titubeó. Se sumergió y empezó a nadar mar adentro. No ha perdido ni una pizca de instinto. Un submarinista le tomó las últimas fotos. Antes, una veterinaria de l'Oceanogràfic había dicho que Chiquiti era «una tortuga superviviente y aventurera».

Liberar a este quelonio sirvió para concienciar a los niños de la importancia de cuidar el mar. Además, Xàbia quiere convertirse en referente del turismo sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Así lo expresó su alcalde, quien recordó la iniciativa de balizar las cuevas marinas del Llop Marí y dels Òrguens. L'Oceanogràfic ha puesto en marcha el proyecto Xàbia 2017 que involucra al ayuntamiento, al club náutico y a la cofradía de pescadores en el objetivo de convertir al municipio en «un escenario de biodiversidad marina». Paco Torner, director de esta iniciativa, también anunció que se realizarán prospecciones para «identificar» el estado en el que se encuentran los fondos marinos (la Posidonia oceanica) y el impacto de actividades como los fondeos.