La Marina Alta tiene propensión a la catástrofe. El catedrático de Análisis Geográfico de la Universidad de Alicante Jorge Olcina afirma que la orografía, con montañas como el Montgó en las que se enganchan las nubes, favorece la «ciclogénesis».

La comarca es, además, un «islote pluviométrico» y de ahí que se puedan marcar cifras récord de lluvia en España. El experto de la UA augura que con el cambio climático «las lluvias son cada vez más enérgicas». Asegura, además, que el mar se calienta y suben las temperaturas. Y los desastres naturales se agravan. «Esto es algo que debe obligar a las autoridades a cambiar los protocolos de actuación en protección civil. Deben estar preparados todo el año para fenómenos tan violentos».

Estas circunstancias explican, en parte, lo acontecido el miércoles. Una tormenta de la magnitud que se ha registrado en la Marina Alta en pleno mes de agosto resulta excepcional. Pero, según los expertos, hay que empezar a acostumbrarse. Olcina indica que el cambio climático está ocasionando que las «gotas frías» se desestacionalicen. Olcina asegura que el calentamiento del mar y las elevadas temperaturas favorecen que en cualquier época del año pueda desatarse un episodio de lluvias tan intensas como las acontecidas el miércoles y que dejaron más de 100 litros por metro cuadrado en Dénia y Xàbia.

De hecho, el último coletazo de la tormenta que a primera hora del miércoles se desató en la Marina Alta dejó un aguacero violentísimo. Comenzó a las 23 horas. El cielo se vino encima de toda la comarca. En Benimaurell, en la Vall de Laguar, cayeron en 50 minutos 70 litros por metro cuadrado, según registros de Avamet.

El típico chaparrón de agosto se disfrazaba de gota fría. En Xàbia, el acumulado se disparó a 160 l/m2 y en la zona del Montgó de Dénia llegó a los 130 litros. Los barrancos bajaron con furia. Las calles también se convirtieron en ríos que atraparon a decenas de conductores.

.La playa de La Granadella quedó prácticamente devastada por el temporal. También la cala de la Barraca de Xàbia también sufrió daños. El consistorio la cerró a media mañana ya que varias palas y camiones trabajaban frenéticamente para recuperar el perfil de esta playa.

Además, una embarcación de recreo embarrancó por el temporal en la cala de la Sardinera.

El temporal ya se tragó en su primera acometida la playa de Les Deveses de Dénia. El último aguacero dejó más daños en la costa dianense. Barrió la arena de algunos accesos y desplazó 20 lavapiés, así como cuatro pasarelas. Además, la empresa de limpieza de playas empezó ayer a retirar la suciedad que los barrancos arrastraron y que el mar escupió a la costa. Las olas también han sacado gran cantidad de algas. Esos trabajos se prolongarán varios días, ya que Dénia tiene 20 kilómetros de playas.

El puesto sanitario de los socorristas de l'Almadrava que quedó devastado ya se sustituyó ayer por uno nuevo. Otra playa castigada es la del Portet de Moraira. Un torrente (aquí también hay un barranco) se abrió paso y se llevó gran cantidad de «arena». Costas regeneró en mayo el Portet con tierra de cantera con granulometría de gravilla

El último coletazo torrencial del temporal también dejó un reguero de incidentes. Un muro de un chalé de la Guàrdia de Xàbia se vino abajo por completo. La Policía de Xàbia atendió 61 incidencias. Rescató a nueve personas que quedaron atrapadas dentro de sus coches en calles anegadas. También desalojó a cuatro chicas jóvenes cuyo chalé se inundó. Siete evacuados hicieron noche en un albergue provisional de emergencias que atendió la Cruz Roja. Dos personas se accidentaron en la calle y una se rompió el brazo.