Un atípico y temprano temporal de levante, con los ingredientes tradicionales de la «gota fría» del otoño: mar muy cálido, vientos marítimos húmedos y aire frío en altura, dejó ayer precipitaciones de hasta 108 litros por metro cuadrado en Xàbia y de 104 l/m2 en Dénia, donde la lluvia provocó algunos problemas debido a la incapacidad del alcantarillado de zonas costeras para evacuar intensidades de hasta 30 litros a la hora.

Las lluvias, que se desataron por la mañana y en un nuevo aguacero a partir de las 23 horas, afectaron a todo el promontorio formado por el cabo San Antonio, en la Marina, y fueron especialmente intensas en el entorno del Montgó, donde el choque de las nubes cargadas de humedad con las estribaciones de esta montaña provocó los principales registros, mientras a unos pocos kilómetros de distancia, incluso en el mismo municipio, la cantidad de lluvia caída se reducía prácticamente a la mitad y las lluvias más persistentes y las tormentas más organizadas se quedaban sobre el mar. Sin embargo, la nota más destacada en Dénia fue la desaparición de la playa de La Devesa.

En Dénia, donde el aguacero llegó a descargar en la zona del Montgó 104 litros por metro cuadrado, se registraron por la mañana intensidades torrenciales de 15,2 l/m2 en solo diez minutos. El cielo se vino encima del litoral de la Marina Alta. Las fuertes precipitaciones anegaron calles, obligaron a cerrar playas como la del Moraig, en el Poble Nou de Benitatxell (en los acantilados se formaron cascadas), y, acompañadas de temporal marítimo, se llevaron por delante la castigada playa de Les Deveses de Dénia. Esta ciudad ha perdido una de sus playas más emblemáticas en pleno mes de agosto. La tempestad del pasado mes de enero ya destrozó allí, incluso, casas de primera línea. Ayer las olas golpeaban directamente contra los muros de las terrazas de estas viviendas. El mar se tragó la arena.

Los vecinos de Les Deveses se apresuraron en reconstruir sus casas tras destrozarlas la tempestad del pasado mes de enero. Exigieron a Costas una actuación urgente para recuperar la arena y poner distancia entre sus viviendas de primera línea (las más antiguas datan de 1928) y el mar. Y sí que se vertió aquí arena. Pero la regresión no da tregua. Los vecinos la achacan a que los espigones que se construyeron en la vecina playa de l'Almadrava ha alterado la dinámica costera. Para Dénia, es un palo quedarse en pleno verano sin una de sus playas más emblemáticas.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Alicante, a preguntas de este diario, precisaron que inspeccionarán Les Deveses y valorarán si hay que actuar de forma inmediata para recuperar la arena o si la actuación genera ahora demasiado impacto y es mejor dejarla para después del verano. Las mismas fuentes indicaron que está en plazo de licitación la redacción de un proyecto para dar una solución «definitiva «a la erosión que sufre este litoral.

El chaparrón obligó a cortar caminos en Dénia, Xàbia y el Poble Nou de Benitatxell. Numerosos conductores quedaron atrapados en los embalsamientos. En Dénia, la Policía Local cerró calles del litoral de Les Marines, así como la avenida Joan Fuster y el Camí de Gandia. Nada nuevo bajo el sol (bajo la lluvia). Estos viales se encharcan con cuatro gotas. Ayer acumularon medio metro de agua. El tráfico era complicado en toda la ciudad. En el grupo San Andrés, una zona urbana que está muy baja, se acumuló gran cantidad de agua. Se averiaron vehículos y los portales de las fincas quedaron anegados. A mediodía, sin embargo, la tormenta había pasado. Mientras, en Xàbia, se cortaron los caminos próximos al río Gorgos.

En el litoral, la mayor parte de las playas se cerraron por las corrientes y por olas que alcanzaron los tres metros de altura. Ya por la tarde en algunas de estas playas se cambió la bandera roja por la amarilla.