"La embarcación se hundió tan deprisa que no nos dio tiempo ni a coger los chalecos salvavidas". Julián Pascual, de 37 años y vecino de Benitatxell, que es el patrón del Ricardo Noveno, el barco de recreo que se fue a pique ayer, sobre las 17 horas, cuando navegaba a 9 millas del Cap de la Nau, ha relatado la dura peripecia. Salió a pescar con dos amigos, José Ramón, de Carcaixent, y Andrei, que es ruso. Atraparon un atún de gran tamaño y entonces el propio Julián se dio cuenta de que el barco se estaba llenando de agua y se iba a pique. Se alzó la proa y la embarcación se hundió tan rápido que no tuvieron tiempo de nada. El patrón intentó llamar a un amigo por teléfono. Pero no llegó a establecer contacto.

Durante toda la noche, el helicóptero y la embarcación de Salvamento Marítimo, así como la patrullera de la Guardia Civil, han rastreado la costa. Esta mañana, pasadas las 12 horas, un velero francés ha hallado a los tres náufragos, que estaban a 20 millas de donde su embarcación de recreo se hundió. La patrullera de la Benemérita los ha desembarcado en el puerto de Moraira sobre las 14 horas. José Ramón y Andrei han sido trasladados al centro de salud de Teulada ya que presentaban hipotermia y tenían las piernas agarrotadas de estar nadando toda la noche. El médico también ha atendido a Julián, que está bien aunque exhausto.

Julián ha explicado a INFORMACIÓN que han sobrevivido las 18 horas que han estado en el mar agarrados a una caja de madera de sardinas. El patrón ha animado toda la noche a sus compañeres. "Hemos pasado muchísimo frío. Pero pensábamos que ibamos a salir de esta. En circunstancias así no puedes perder la esperanza". También ha indicado que ayer, antes de que anocheciese, llegaron a pasar 5 mercantes cerca de ellos. Pidieron auxilio desesperadamente, pero los barcos pasaron de largo.

Al llegar a Moraira, sus familiares les esperaban. Se han fundido en abrazos. La angustia de las últimas horas ha quedado atrás.