Los biólogos y ecologistas han puesto el grito en el cielo en las Islas Baleares por la moda de "transformar" paisajes naturales con montoncitos de piedra. Los turistas se empeñan en dejar su impronta. Y no saben que remover los suelos provoca erosión y daños en la microfauna (insectos e invertebrados). Pues bien, esa moda también ha llegado con fuerza a la Marina Alta y, en concreto, al parque natural del Montgó.

La senda que baja desde la Plana de Xàbia a la Cova Tallada está salpicada de esas torrecitas de piedra. Los turistas han removido incluso muros tradicionales de piedra en seco para hacerse con pedruscos a su gusto. También los rebuscan en suelos que todavía se están recuperando del incendio que en septiembre de 2014 calcinó 444 hectáreas del Montgó. Ese furor por levantar montoncitos que se quieren hacer pasar por telúricos (es una moda importada de otras culturas) está alterando el paisaje de esta planicie del parque natural del Montgó. Los turistas incluso cuelgan piedras de algunos árboles que quedaron carbonizados por el fuego en un giro a esta moda de las "esculturas" líticas un pelín tétrico.

Con todo, ya hace años que en algunos espacios de singular belleza paisajística de la Marina Alta se ven estas torrecitas de piedra. En la senda que enlaza la cala del Moraig y la del Llebeig, en un espectacular tramo litoral de acantilados del Poble Nou de Benitatxell, algunos excursionistas también se han entretenido amontonando piedras.

Esta reciente moda nada tiene que ver con la tradición antigua de marcar con mojones las sendas de la Marina Alta.