Las mujeres casadas ya no tendrán que aportar en el Registro Civil un certificado de la clínica de reproducción asistida para poder inscribir a sus hijos. El Ministerio de Justicia ha eliminado ese requisito. Discriminaba a las parejas homosexuales respecto a las heterosexuales, a las que no se exige que acrediten cómo han concebido a su hijo. Ese avance hacia la igualdad no ha caído del cielo. Un matrimonio de mujeres de Benidoleig, María José Torres y Brenda Kelleher, que llevan casadas desde 2007, han removido esa discriminación. El pasado mes de febrero el Ministerio de Justicia les envió una resolución en la que les daba la razón frente al juez responsable del Registro Civil de Dénia que en agosto se negó a inscribir con ambas a su tercer hijoRegistro Civil de Dénia, Lennon.

La resolución ya consagraba la doctrina que ahora, como confirmó ayer a este diario el Ministerio de Justicia, los registros civiles aplicarán siempre. No volverán a exigir a los matrimonios de mujeres el certificado de la clínica de reproducción asistida. El Ministerio aclara, como ya hizo en la resolución enviada a las madres de Benidoleig, que «la intención del legislador» que redactó el artículo 44 de la Ley de Registro Civil fue la de «facilitar la determinación de la filiación de los hijos nacidos en el marco de un matrimonio formado por dos mujeres, independientemente de que hayan recurrido o no a técnicas de reproducción asistida».

Esa será la doctrina de aplicación a partir de ahora. Brenda y María José no fueron el único matrimonio de mujeres que se topó con este requisito discriminatorio. Los responsables de los registros, por regla general, exigían ese documento.

Sin embargo, estas mujeres, no tuvieron ningún problema para inscribir a sus dos primeros hijos en Atzaneta del Maestrat (Castelló). El tercero, Lennon, nacido en el hospital de Dénia, quedaba en una situación de desventaja respecto a sus hermanos, que sí tenían reconocidas a sus dos madres.

María José Torres se mostró ayer muy contenta de que el Ministerio elimine este requisito discriminatorio. Explicó a esta diario que otros matrimonios de mujeres se han puesto en contactó con ellas para darles las gracias porque los responsables de los registros han dejado ya de solicitar el certificado de reproducción asistida. «Cuando nos llegó la resolución que nos daba la razón, ya teníamos la esperanza de que habría cambiado el criterio para siempre», indicó María José.

«Era importante que nuestra lucha sirviera para que otras mujeres se beneficiaran también», dijo, y destacó el «gran apoyo social» que ella y Brenda recibieron tras contar en exclusiva a este diario que el Registro de Dénia les había negado inscribir a su hijo con sus dos madres.