Tras los temporales, es habitual ver en las playas a vecinos que con detectores de metales buscan «tesoros». Estos amantes de los «objetos perdidos» pueden encontrar pulseras, relojes, anillos o collares que los bañistas perdieron durante el verano o, incluso, monedas antiguas.

Ahora el litoral está repleto de residuos. El mar ha vomitado mucha basura, sobre todo latas, botellas y plásticos. Hay hasta neumáticos de coches y carritos de supermercado. La playa de l'Almadrava de Dénia está repleta de las cañas que arrastra al mar el río Girona. En alguna ocasión, se han hallado hasta cuadernas de antiguos barcos que naufragaron en este litoral.