Pionera en renovar la tradición gastronómica de la Marina Alta y referente de una escuela culinaria que ahora triunfa en todo el mundo, Pepa Romans ha fallecido a los 72 años de edad. Abrió en 1986 en su pueblo natal, Ondara, el restaurante Casa Pepa que cuenta desde el año 2000 con una estrella Michelin. También mantiene dos Soles Repsol. Pepa recogía sus materias primas del jardín y el huerto de Casa Pepa, una antigua casa de campo situada en la pedanía de Pamis y rodeada de naranjos, hortalizas y olivos.

Pepa Romans no dio el salto a la cocina profesional hasta que sus hijos fueron mayores. Triunfaban sus arroces y guisos tradicionales. Pepa llevaba en el ADN la cocina de la Marina Alta. Pero no quiso encasillarse, sino evolucionar. Apostó por la innovación, por darle una vuelta creativa a los platos de siempre. Esa receta ha triunfado luego. Es la cocina de producto, tradición e imaginación que ahora es la seña de identidad gastronómica de la Marina Alta. Desde hace unos años, ya eran sus hijas, Sole y Tona Ballester, las que regentaban un restaurante en cuyos fogones Pepa Romans transformó y modernizó para siempre la cocina de la comarca.

La última aparición pública de la cocinera fue hace un mes, en el homenaje que se le tributó en la feria comarcal de Ondara. El certamen estaba dedicado al gusto, a la gastronomía. Y claro no podía faltar la vecina que, desde la humildad y la sabiduría, supo dar nuevos bríos a la cocina.