El mirador de la Cumbre del Sol, en el Poble Nou de Benitatxell, donde el domingo comenzó un incendio que luego saltó a la Granadella, paraje que arrasó, y obligó a desalojar a 1.400 vecinos de las urbanizaciones de Xàbia y Benitatxell, es un gran cenicero. Muchos turistas que se asoman a este balcón tiran al suelo las colillas. Las hay por decenas.

A los investigadores del Seprona y a los técnicos de la Conselleria de Medio Ambiente no les ha pasado desapercibido. De hecho, tras atribuirse en las primeras horas este gran desastre a un pirómano muy calculador, la vía de investigación de la colilla y de que el fuego prendió nuevos focos al volar sus pavesas muchos metros (soplaba fuerte viento de poniente) se ha convertido para los investigadores en la más plausible. a. p. f.