La comisión de las fiestas de la Mare de Deu de Loreto de Xàbia, que estos días organiza sus celebraciones, ha acordado suspender los actos y dar la comida y bebida a los desalojados por el incendio del municipio y Benitatxell, que ha obligado a evacuar a más de mil personas.

El presidente local de la Cruz Roja, José Luis Domenech, ha informado a Efe de que la comisión festera "se ha volcado" con las personas que han tenido que pernoctar en el instituto Antoni Llidó con comida, bebida, camas plegables, sillas y mesas que han facilitado "en gran medida" la estancia tanto de evacuados como del personal que atiende a los damnificados.

El responsable de Cruz Roja ha destacado que esta faceta solidaria se ha sumado a las muestras de simpatía y cariño por parte de los vecinos de Xàbia que se refleja en que 122 personas desalojadas han pernoctado en viviendas particulares ofrecidas desinteresadamente. "Ha sido algo extraordinario y estamos muy gratamente sorprendidos", ha recalcado.

La mayor parte de los evacuados eran residentes extranjeros, en muchos casos de avanzada edad, que han tenido que hacer uso de los albergues improvisados debido a que carecen de una red familiar o vecinal "tan arraigada" como los españoles.

Según ha indicado a Efe el vicepresidente autonómico de Cruz Roja, Jorge Gómez del Castillo, muchos de estos evacuados han pasado la noche con sus mascotas, "un miembro más de la familia", y ha sido preciso el uso de traductores de inglés, francés o alemán.

Un matrimonio con dos hijos de Valdepeñas (Ciudad Real) que tenía alquilado un apartamento en la zona del Arenal, junto a la playa, ha relatado a Efe que tuvo que salir en pocos minutos al ver la cercanía de las llamas, ayer por la noche una zona de cañas cerca de las casas.

Esta pareja no necesitó el albergue provisional ya que se trasladó a la casa de unos familiares en la ciudad de Alicante: "Pasamos miedo porque en unos minutos pasamos de ver el humo lejos a comprobar que las llamas estaban muy, muy cerca", han señalado.

Otro de los evacuados con su madre, de 80 años, de una vivienda situada en la parte alta de Xàbia colindante con La Granadella, César Mollá, ha comentado aún desconoce si las llamas han afectado a su casa.

También ha agradecido el comportamiento de los vecinos, que no paran de llegar al instituto Antoni Llidó para preguntar a los evacuados si necesitan alguna cosa, como le ocurrió a él ya que lleva lentillas y le han traído el líquido para limpiarlas, según ha informado EFE.