Sólo ha pasado un día sin trenes, pero ya parece que la vía de Dénia a Calp lleve años abandonada. Las traviesas de madera saltan hechas astillas, los viaductos están herrumbrosos y por las estaciones apenas asoman viajeros (ahora hacen el trayecto en autobús). Basta con echar un vistazo a la deteriorada vía para entender por qué los trenes traqueteaban de lo lindo.

El primer día sin trenes en la Marina Alta no fue para los usuarios ningún drama. Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana ha puesto en marcha un servicio alternativo de autobuses. Su gerente, Ángel García, avanzó que se ganará incluso frecuencia, ya que los autobuses podrán salir cada hora mientras que el «trenet», cuya velocidad se había reducido a 40 km/h por motivos de seguridad, pasaba cada 75 minutos.

El gerente de FGV se reunió ayer con los alcaldes de Dénia (estaba el munícipe en funciones, Rafa Carrió), Teulada y Gata, así como con un edil de Benissa y un asesor del alcalde de Calp. Les convenció de que la línea estaba hecha una birria y que, en seguridad, era la peor de la Comunidad. También les detalló las obras de modernización que se iniciarán en octubre (lo primero será instalar el bloqueo automático y el sistema de protección automática de trenes) y que, en total, suben a 44 millones de euros. García insistió en que en 20 años apenas se ha invertido en esta línea y de ahí su deterioro.

Los alcaldes no se resignan a perder otro tren. Pero coincidieron con FGV en que lo primero es la seguridad. «Más vale prevenir que curar», dijo Rafa Carrió, de Compromís. «Pero sin tren esta comarca todavía está en más desventaja», añadió. El munícipe de Teulada, Carlos Linares, del PP, lamentó que la Marina Alta se quede «huérfana de tren, que era nuestro único medio público de vertebración». «Pero invertir y mejorar la línea es necesario», admitió. El grueso de las obras de modernización se iniciará ya el próximo año. El gerente de FGV no se atrevió ayer a dar una fecha de finalización. La Marina Alta se queda sin tren «sine die».