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Elecciones: El PP en la Marina Alta atribuye su subida al «enfado» con el cambio

El primer edil de Calp cree que los vecinos «penalizan los vetos; quieren sosiego y no experimentos»

El PP se afanó ayer en interpretar su éxito electoral en la Marina Alta en clave local. Fuentes populares consultadas por este diario subrayaron que las elecciones generales han reflejado el «enfado» de los vecinos con los alcaldes del cambio. Apuntaron que, excepto en Ondara, donde A la Valenciana sí ha ganado, en el resto de municipios que han prohibido el «bou embolat», el PP ha subido en votos. «Es un ejemplo de muchos. Pero las urnas sí reflejaron el domingo un cierto cabreo con las políticas de gobiernos de Compromís y PSPV», indicaron estas fuentes.

En esta línea, el alcalde de Calp y presidente de la Diputación de Alicante, el popular César Sánchez, interpretó que «los ciudadanos han penalizado los vetos y han optado por un valor seguro en un momento decisivo para la recuperación económica y para definir el modelo de España». Sánchez, que lidera los ahora reforzados feudos populares del sur de la Marina Alta, sostuvo que los vecinos han votado «sosiego y tranquilidad. Quieren gobernantes que solucionen sus problemas y están cansados de experimentos. Quieren también una España moderada y no radical».

Incertidumbre

Lo que sí es evidente es que el efecto del cambio, potentísimo en las dos anteriores citas electorales (las municipales de 2015 y las generales de hace seis meses), se ha desinflado ahora. A la Valenciana, que aspiraba a desbancar al PP como fuerza más votada en la comarca (en diciembre sí amenazó de veras esa hegemonía), ha topado con un rival que, en mar revuelto, sale a flote. La comarca vive un momento de incertidumbre acentuado por el «brexit». Y todo lo que crea inquietud engorda las expectativas electorales del PP. La salida del Reino Unido de Europa ha tenido en la Marina Alta un efecto todavía no calibrado del todo. La colonia de residentes británicos es numerosísima. El domingo muchos de ellos se acercaron a los colegios electorales para preguntar sobre la posibilidad de sacarse el pasaporte español. No quieren quedarse sin votar en las próximas elecciones municipales. A la coalición de Compromís, Podemos y EU ese clima de inquietud le ha pasado factura. De la inquietud al miedo hay solo un paso.

Con todo, el PP tampoco puede echar las campanas al vuelo. Ha recuperado 2.000 votos respecto a diciembre. Y ha ganado en 21 de los 33 pueblos de la Marina Alta. Pero respecto a las generales de 2011 se ha dejado votos a espuertas, unos diez mil. Eso sí, los populares han sido los más votados en los municipios fuertes del litoral, en Dénia, Xàbia, Benitatxell, Teulada, Benissa y Calp. Mientras, A la Valenciana ha conquistado la segunda línea, los pueblos más industriales (Pedreguer, Ondara y Pego). El interior vuelve a teñirse más de azul. Los conservadores han triunfado también en pueblos con alcaldes de Compromís, como Xaló y Gata.

El PSPV, relegado a tercera fuerza política, ha digerido, sin embargo, mejor el resultado que A la Valenciana, cuyas expectativas eran tan altas que la decepción ha sido también enorme. Los socialistas han frenado la sangría de hace seis meses. Pero están lejísimos del PP e incluso del binomio de Compromís y Podemos.

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