Los buceadores también descubrieron el sábado que en el lecho marino del puerto hay un cementerio de especies que, no se sabe muy bien cómo, han llegado hasta aquí. A la sede del Imedmar (está en el puerto), los submarinistas llevaron 52 crías muertas de tiburón que hallaron en la limpieza marina.

Los expertos determinarán ahora la especie concreta de estos escualos. Es probable que los pescadores los engancharan con sus redes y, al hacer los descartes, los arrojaran al mar.

Los tiburones viven a gran profundidad. Ha ocurrido otras veces en la Marina Alta que los arrastreros atraparan incluso tiburones de mil kilos. Los buceadores también hallaron la columna vertebral de un delfín.

El patrón mayor de la cofradía, Juan Pérez, subrayó que los pescadores calpinos están concienciados y saben que «el mar es nuestro futuro».

«Esta cofradía quiere que en cualquier parte de España se conozca el «Peix de Calp» por su calidad y porque es sano y no tiene aditivos. Y por eso nos esforzamos en limpiar el mar y preservar sus valores ecológicos».