Xàbia es el segundo pueblo de la Marina Alta tras Ondara que se atreve a lidiar con los hasta hace nada intocables bous al carrer. Si el gobierno ondarenc (PSPV y Compromís) esgrimió una encuesta para suprimir el bou embolat y el encaixonat, el de Xàbia, donde los socialistas tienen mayoría absoluta, apeló ayer a que está sensibilizado contra el maltrato animal y a que en estas dos modalidades taurinas se pone en peligro a los participantes y a los astados.

El caso es que el alcalde, José Chulvi, comunicó a las comisiones de las fiestas de Fogueres y de la Mare de Déu de Loreto y a la cofradía de Jesús Nazareno que a partir de ahora el ayuntamiento iba a denegar por sistema las autorizaciones para los festejos de bou embolat y encaixonat. De este último no había mucha tradición en Xàbia, aunque en las últimas fiestas de Fogueres sí se desencajonaron toros cerriles. Sin embargo, el bou embolat sí era hasta ahora un acto fijo de les Fogueres de Sant Joan, que se celebran en junio, en el Nazareno, que es a principios de mayo, y en las fiestas del Loreto, a finales de agosto y principios de septiembre.

El gobierno local considera que en estos espectáculos el animal sí sufre y de ahí que los suprima. En cambio, mantiene las sueltas de toros y vaquillas y los tradicionales bous a la mar del Loreto.

El alcalde se reunió ayer con las comisiones promotoras de estos festejos taurinos y les trasladó el veto en Xàbia a esas dos suertes de los bous al carrer. En el gobierno local, había preocupación por el marcado cariz taurino que estaban adquiriendo fiestas como les Fogueres. Los actos ya duraban una semana larga. El pasado año los taurinos no se privaron de nada. Programaron concurso de emboladores, bou encaixonat, que sí tiene más tirón en Pedreguer u Orba, pero no en Xàbia, y varias noches de bou embolat.

Mientras, una encuesta realizada sobre las fiestas del Loreto reveló que los vecinos empezaban a estar hasta el gorro de las ruidosas despertades de las 8 de la mañana y también de tanto furor taurino. La encuesta desveló, curiosamente, que en los bous a la mar los vecinos le tienen más afición al baret dels bous que se monta en la escollera que a los propios espectáculos taurinos.

Tras suprimir Ondara y Xàbia el bou embolat y el encaixonat, otros pueblos con gobiernos de progreso podrían dar el paso. Sin embargo, en municipios como Gata o Pedreguer los bous al carrer en todas sus variantes tienen mucho peso.