Los agricultores de Xàbia han perdido la cuenta de las veces que han instado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) a que repare el vial que el río Gorgos se llevó por delante en octubre de 2007, cuando una terrible riada causó daños millonarios (se cuantificaron en 55 millones de euros) en la Marina Alta.

La brutal crecida del río derribó en este punto el muro y se comió el camino. Pero la CHJ, después de ocho años, sigue sin dar señales de vida. Y tiene mucho por hacer en el Gorgos. Sus viejos muros se caen a trozos. Los más dañados son los de mampostería. Hay tramos, como los más próximos al puente de la carretera de Benitatxell, que se han desplomado. Una nueva crecida acabaría por echarlos abajo y agravaría la erosión en los campos de cultivo que se asoma a la riba.

Muro de contención

El Ayuntamiento se ha cansado de esperar. En un reciente modificación de créditos, destinó 5.557 euros a encargar el proyecto del muro de contención del río Gorgos que permitirá volver a abrir el camino que lleva cerrado desde 2007.

El Consistorio esgrime una sentencia que avala que una administración actué cuando otra que es responsable, en este caso la CHJ, no mueve un dedo. Además, la reparación de este vial, que da acceso a explotaciones agrarias en activo, es una reivindicación que surge en cada nuevo Consell Agrari Municipal. Este camino es clave en la trama viaria de la zona agrícola del Pla de Xàbia.

La CHJ incluía la reparación de los muros en el ambicioso plan de defensa contra las avenidas en la Marina Alta que sacó a exposición pública en diciembre de 2012. Ese plan era una respuesta a la riada ocurrida cinco años antes. Las obras para evitar episodios de inundaciones tan violentos como los de 2007 ascendían a 226 millones de euros.

En el tramo del Gorgos en Xàbia, además de reconstruir muros y mejorar el encauzamiento, estaba previsto derribar el puente de la desembocadura y levantar uno nuevo y ensanchar el histórico Pont del Llavador. Solo estas dos obras ya subían a 19,3 millones.