Los miembros del equipo arqueológico del MARQ han realizado uno de los descubrimientos más importantes de la comarca, al hallar una vasija de alrededor de 5.000 años de antigüedad en perfecto estado de conservación en el interior de la Cova del Randero en Pedreguer. Se trata de la primera vez que se descubre un objeto de estas características intacto en el interior de una cueva.

La vasija tiene una altura de 70 centímetros de altura y 50 de diámetro en su boca, y según apuntan los técnicos, fue depositada en una fosa que fue cavada para la conservación del objeto. Este hecho hace suponer a los miembros del MARQ que el interior de la cueva del Randero sirvió como hábitat de seres humanos, por lo que se abre, para los investigadores, un nuevo marco para el estudio y obtención de datos sobre el IV milenio a.C. en esta zona mediterránea.

Tras el hallazgo, el siguiente trabajo del equipo de arqueólogos, dirigidos por el director de Exposiciones del MARQ, Jorge Soler, y las arqueólogas Consuelo Roca de Togores y Olga Gómez, será trazar un plan estratégico para poder extraer la vasija de la cueva con la total garantía de conservación.

El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, visitó ayer al equipo de arqueólogos, junto al alcalde de Pedreguer, Sergi Ferrús, y el diputado de Cultura y Educación, César Augusto Asencio, para conocer más detalles del nuevo descubrimiento.

Yacimiento

Sánchez destacó la importancia de los trabajos realizados por el MARQ, «tanto en Pedreguer como en otros puntos de la comarca». El presidente afirmó que este tipo de descubrimientos «impulsan la continuidad de los trabajos en el yacimiento, convertido en una referencia para el conocimiento del Neolítico».

A lo largo de los meses de verano, la investigación de los técnicos se ha orientado hacia la delimitación funcional de los diferentes espacios que integran la cueva, consiguiendo descubrir diversas estancias, una sala de entrada donde se resguardaba el ganado, otra galería central que podría haberse destinado a la cría de animales, tras los restos encontrados y un tercer espacio, más en el interior de la cueva que, supuestamente, habría estado reservado para los humanos.

Los miembros del MARQ explicaron que este último departamento quedó inaccesible durante la Edad del Bronce, pero la pasada campaña, consiguieron entrar y descubrir el buen estado de la estratigrafía.