La pertinaz sequía ya pasa factura incluso a los municipios de la Marina Alta que se creían liberados de problemas de suministro de agua potable. La desalinizadora de Xàbia, a la que se agarraba media comarca para salvar la falta de agua, ya no da más de sí. Su capacidad de desalación lleva semanas en el tope de 27.000 m3 diarios. Sólo durante 15 días de agosto del pasado verano se había llegado, desde que la planta se puso en marcha en 2001, a esa punta de producción de agua potable.

De ahí que la empresa municipal de suministro, Amjasa ya haya empezado a tomar medidas drásticas. Ha suspendido temporalmente la venta de agua a Teulada y Gata. La alcaldesa de este último pueblo, Magda Mengual, ha emitido un bando en el que reclama a los vecinos que ahorren agua para evitar restricciones.

Amjasa estaba vendiendo 2.000 m3 cada día a estos dos municipios. Fuentes de la empresa municipal advirtieron de que la desalinizadora necesita recuperar por la noche entre 3.000 y 4.000 m3 para garantizar el suministro en Xàbia en caso de avería o emergencia. El consumo se ha disparado en este inicio de verano. Para colmo, los pozos de Amjasa en Pedreguer (en la partida de l'Ocaive) también están ya bajo mínimos. El pasado viernes se paró el bombeo en dos de ellos.

Con todo, la firma municipal confía en recuperar excedentes de suministro y volver a vender agua a los dos pueblos citados.

De momento, ha pedido a los vecinos de Xàbia que dejen de gastar agua a la ligera. El alcalde, José Chulvi, ha emitido un bando en el que reclama que no se rieguen jardines en horas de sol, que no se llenen las piscinas y balsas de baño que carezcan de depuradora, que se revisen los contadores por si hay fugas y que se eviten los consumos abusivos. La empresa también ha tenido que hacer frente en los últimos días a varios reventones en la red.