Xàbia no gana para sustos con los incendios. La frecuencia de los fuegos apunta a que hay un pirómano que tiene, sobre todo, predilección por prenderle fuego a los contenedores de basura. De hecho, el incendio de ayer, que obligó a desalojar a una veintena de vecinos (12 casas) de la partida rural del Pou de Castells, comenzó en unos contenedores. De ahí prendió en un seto de cipreses y devoró un cobertizo agrícola. Las llamas, empujadas por el viento, fueron avanzando por bancales de cultivo abandonados. Y no fue el único incendio en la Marina Alta, puesto que a última hora del día las llamas en un descampado de Dénia obligaron a desalojar por precaución 110 viviendas de los alrededores.

El fuego de Xàbia causó gran alarma, ya que en esta zona, próxima al Montgó, hay muchos chalés. Comenzó sobre las 17.30 horas. Muchos vecinos refrescaron sus parcelas con mangueras. Los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local acudieron en seguida a desalojarlos. Algunos incluso se llevaron a sus caballos. Los bomberos de Dénia y las brigadas forestales de Benissa y Benimantell lograron, junto a los voluntarios de Protección Civil, sofocar las llamas sobre las 20 horas. Fue decisiva la rápida intervención de medios aéreos. El alcalde de Xàbia, José Chulvi, y el concejal de Protección Civil, José Luis Luengo, siguieron «in situ» las labores de extinción. Tampoco se descartaba ayer que el fuego se iniciara al arrojar algún residentes las brasas de una barbacoa a los contenedores. Sin embargo, la reiteración de incendios en los últimos meses da pábulo a la hipótesis de que fuera intencionado.

En el caso de Dénia, los bomberos tuvieron que emplearse a fondo a última hora para sofocar el incendio de matorrales en unos descampados de la zona conocida como el Camí dels Lladres. La virulencia de las llamas obligó a desalojar por prevención a los residentes de unas 110 viviendas de los edificios más próximos a la zona del fuego.