El vuelco electoral fue anoche en la Marina Alta de aúpa. El PP se dejó votos a puñados y perdió la alcaldía de más relumbrón, la de Dénia. En la capital comarcal, el PSPV superó la depresión en la que vivía instalado desde que en 2008 perdió la alcaldía por la moción de censura que encumbró a la popular Ana Kringe. La alcaldesa del PP, que ha gobernado en minoría desde que en septiembre rompió con Centre Unificat, fue anoche la gran derrotada. Bajó de nueve a cuatro concejales. Un descalabro. El socialista Vicent Grimalt toca la alcaldía con los dedos. El pacto con Compromís, que liderado por Rafa Carrió ha subido ahora a cuatro concejales, parece cantado. Hay sintonía. Se ha visto durante la campaña. La sorpresa es la irrupción del partido instrumental de Podemos, que logró dos concejales.
Pero la gran sorpresa electoral llegó en Xàbia. El alcalde, José Chulvi, del PSPV, se daba con un canto en los dientes si obtenía una mayoría amplia. Y la mayoría no fue amplia, sino absoluta e «histórica», como la definió el propio Chulvi. Los socialistas lograron 14 concejales y 5.655 votos. El partido que se les quedó más cerca, la coalición de Xàbia Democrática y Ciudadanos por Jávea, sumó 4 concejales y 1.591 votos. La diferencia es sideral. No es extraño que anoche, en la Casa del Poble de Xàbia, se dispararan hasta cohetes. Chulvi prodigaba abrazos y besos. Xàbia, un pueblo de natural conservador, se ha convertido en un bastión socialista. La figura política de su alcalde se agiganta.
En este municipio, el tropiezo del PP también tuvo marchamo de histórico. La candidatura liderada por Tere Ern sólo cosechó dos concejales. Nunca el PP había caído tan bajo.
Los populares sólo aguantaron el tipo en feudos donde a la oposición le cuesta horrores despegar. En Teulada, el PP revalidó, ahora con Carlos Linares como candidato, la mayoría absoluta. Eso sí, perdió un concejal al bajar de diez a nueve. La apuesta era arriesgada, ya que los populares prescindían del actual munícipe, Antoni Joan Bertomeu. Mientras, Movimiento RED entra con cuatro ediles y se queda uno por delante del PSPV. Su candidato, Jordi Martínez, lo fue hace cuatro años de los socialistas, pero se pasó al grupo mixto y ahora demuestra su tirón electoral al frente de un partido sin apego en la comarca.
En Benissa, el alcalde popular Juan Bautista Roselló sigue con sus ocho concejales. La sorpresa fue Reiniciem Benissa, que debuta con tres ediles y supera al PSPV en votos (también logró tres concejales). Roselló, eso sí, podría ahora verse en la oposición si los otros cuatro partidos con representación se ponen de acuerdo y pactan.
Dos de los alcaldes populares más sólidos hasta ahora están con casi los dos pies fuera. En Ondara, Ximo Ferrando, y en El Verger, Miguel González, se verán casi con toda probabilidad relegados a la oposición. A los grupos hasta ahora en la oposición les salen los números para formar gobierno. En Ondara, el socialista José Ramiro se perfila como nuevo munícipe. En el Verger, hay casi empate técnico. Los populares bajan a tres ediles, los mismos que logran PSPV y Compromís.
