El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de la Vall de Gallinera, que estará en exposición pública hasta el 11 de septiembre, va a contracorriente. Pese a que el municipio sufre una pérdida de población que se acentuó en el último año (el censo bajó en 67 vecinos), el documento prevé que los siete núcleos crezcan y, de hecho, aumenta en 164.114 metros cuadrados el suelo urbano. Y eso pese a que ahora mismo hay muchas casas vacías y también unas cuentas que amenazan ruina. No en vano, la Vall de Gallinera, que alcanzó a principio del siglo XX los 2.000 habitantes, ha sufrido un éxodo imparable y, en enero de 2013, sólo contaba con 609 vecinos empadronados. Pero el urbanismo mira a otra parte.

El nuevo PGOU confía en que la regresión demográfica se invierta en los próximos 20 años. Calcula que la población remontará hasta los 934 vecinos, lo que supone un crecimiento del 38,17 % (sobre la cifra, ya desfasada, de 2012 de 676 empadronados). Además, el documento subraya «el gran peso de los habitantes estacionales».

El nuevo modelo urbanístico refuerza «el espacio residencial» y apuesta por ensanchar los núcleos urbanos y construir segundas residencias. El suelo urbano pasa de 208.693 metros cuadrados a 372.807. Una peculiaridad de este municipio es que cuenta con siete núcleos urbanos. El de Alpatró es el más grande, con 41.831 m2 consolidados; le siguen Benialí (34.230 m2), Benirrama (24.570) y Benissiva-Benitaia (22.796).

El nuevo PGOU reduce muchísimo el suelo urbanizable y, por tanto, la posibilidad de que se produzcan crecimientos dispersos. Este tipo de suelo (denominado apto para urbanizar en las actuales normas subsidiarias) pasa de 808.955 m2 a 69.917.

La naturaleza y el paisaje son el futuro de la Vall de Gallinera. El suelo no urbanizable se incrementa de 52,6 millones de metros cuadrados a 53,2 millones, de los 33,7 serán de especial protección.

El nuevo PGOU abunda en que el pueblo tiene agua de sobra. Pero la realidad es una vez más tozuda. Los vecinos llevan ya un mes sin suministro potable por un desprendimiento y una avería en el pozo de la Solana.