Natalya y Bohdan descuelgan el teléfono en nada, casi no lo dejan ni sonar. La mañana del martes, a las 7.30 horas, su hija Khristina, que en septiembre cumplirá 16 años, se fue al instituto, pero no se llevó ni la mochila. Su padre, Bohdan, la vio salir de refilón. Desde entonces está desaparecida. «La policía nos dice que estemos tranquilos, que falta muy poco para que la encuentren», explicó ayer su padre.

«Queremos pensar que se ha ido y va a volver en cualquier momento», dijo la madre, que añadió que su hija no se llevó dinero e incluso se dejó los pendientes el día en que desapareció por la mañana.

Reconocen que la pasada semana discutieron con Khristina. Había conocido a través de una red social a un chaval de 21 años que es ruso y vive en Alemania. Estuvo una noche entera sin dormir enganchada a internet y sus padres se hartaron. La castigaron sin ordenador. El domingo se lo devolvieron.

Tres años en Xàbia

Natalya y Bohdan y su familia son de Ucrania. Los padres llevan más de una década en el municipio de la Marina Alta, pero no así Khristina. Su hija llegó hace tres años. Al principio, cuentan sus padres, le costó adaptarse.