El Tren de la Costa, que incluye el tramo de Gandia a Dénia, cerrado hace 40 años, va para largo. El secretario de Estado de Infraestructuras y Transporte, Rafael Catalá, se reunió ayer con la Xarxa d'Alcaldes de la Marina Alta para explicar los «avances»en el proyecto. Pero avances hay pocos. El número dos del ministerio de Fomento dijo que en los próximos días se firmará la adjudicación del estudio informativo. La firma de ingeniería que logre el contrato tiene 24 meses para redactarlo. «Hemos dado un paso adelante», dijo Catalá, que recordó que el Tren de la Costa cuenta este año con un presupuesto de 460.000 euros. Pero también admitió que el proyecto está en «fase preparatoria». La conexión ferroviaria entre Gandia y Dénia se halla, por tanto, en el kilómetro cero.
Los alcaldes esperaban mucho más de la reunión. El secretario de Estado no se atrevió a poner fecha al inicio de las obras. Los munícipes le trasladaron su malestar por el «aislamiento» de la comarca. La vía más eficiente de comunicación con Alicante y Valencia es la AP-7 y hay que pagar. El trenet a Benidorm y Alicante obliga a armarse de paciencia.
Parada de autobús en el puerto
Catalá también participó en una jornada sobre puertos organizada por la Fundación Lex Forum. Y allí expuso la necesidad de conectar los puertos con el ferrocarril de vía ancha. Preguntado por este diario, dijo que hasta que llegue el tren a Dénia la opción es crear en el puerto «una estación término final de autobuses». En el puerto dianense, embarcan y desembarcan cada año más de 300.000 viajeros y 80.000 vehículos. El volumen anual de mercancías supera las 200.000 toneladas. El puente marítimo con las Baleares genera esa actividad. Pero la Marina Alta, por su déficit de comunicaciones, es casi otra isla.
Los alcaldes, tras reunirse con Catalá, no acertaron a vislumbrar dónde estaban las novedades del Tren de la Costa. Todos esperaban que, tras firmar en octubre de 2011 el ministerio y la Generalitat Valenciana el protocolo de este proyecto ferroviario, el tren cogería carrerilla. Pero no arranca.
En el encuentro también participó la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig. Su departamento, en un comunicado, reveló luego que el estudio de viabilidad y demanda está casi acabado. Ese informe constata que el Tren de la Costa es «rentable y beneficioso socialmente para la Comunidad, puesto que ayudará a impulsar la economía del litoral valenciano».
En el comunicado, Bonig advirtió de que hay que «ser realistas» y tener presente que «la actual situación económica dificulta la ejecución de este plan a corto plazo». Reveló que la previsión de usuarios de este ferrocarril de ancho internacional se sitúa en unos dos millones al año, tanto en el tramo de Valencia a Dénia, como en el de Alicante a Benidorm.
La consellera avanzó que el proyecto del Tren de la Costa se ha dividido en cuatro fases. La primera será la adecuación de la línea C-1 entre Cullera y Gandia y la prolongación hasta Oliva. La segunda, el tramo subterráneo con la estación de Oliva y la prolongación hasta la estación intermodal de Dénia. El tramo Alicante-Benidorm y la conexión directa Madrid-Benidorm se deja para la tercera fase. Y, por último, llegará el trazado Benidorm-estación intermodal de Dénia.
