Una guerra entre dos supermercados ha sacado a la luz un «traspié» urbanístico de José Císcar en su época de alcalde de Teulada. El ahora vicepresidente del Consell otorgó el 23 de enero de 2008 por decreto de alcaldía licencia ambiental a la mercantil Juan Fornés Fornés S. A. para un supermercado construido en un terreno situado en la carretera de Moraira a Calp. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana anuló, en una sentencia del pasado 3 de diciembre, esa licencia.

El supermercado se construyó en un suelo residencial, que no comercial. Además, una franja de 830 metros cuadrados de barranco atraviesa de un extremo a otro el terreno. De ahí que parte de la parcela esté clasificada como suelo no urbanizable de especial protección por ramblas. Los restantes 7.528 metros cuadrados sí son urbanos. Pese a todo, el entonces alcalde de Teulada, el popular José Císcar, concedió el permiso ambiental para la apertura del supermercado Masymas.

La mercantil Pepe la Sal, S. L., que tiene una gran superficie comercial a apenas 500 metros y en la misma carretera, presentó un recurso contencioso-administrativo. El juzgado número 1 de Alicante lo desestimó el 21 de octubre de 2009. Daba por buena la licencia ambiental y precisaba que, aunque el PGOU establece que el uso aquí permitido es el residencial, una modificación puntual de 2006 del planeamiento abría la puerta al uso comercial si se desarrollaba un PRI, que el pleno de Teulada aprobó en diciembre de 2009.

Pero Pepe la Sal, S. L., presentó un recurso de apelación. Y acudió con un precedente importante. El juzgado número 3 de Alicante y luego también el TSJ habían declarado nula la licencia de obra del supermercado Masymas. Las dos sentencias incidían en un punto importante. El suelo no urbanizable de especial protección «no es apto para convertir una parcela en un solar».

Aunque la nave comercial no se edificó encima del barranco, el aparcamiento, que, además, permite acceder desde la carretera al supermercado, sí está sobre el cauce. Al final, a todo el terreno, incluida la rambla, se le dio tratamiento de solar y ahí radicaba, como confirmaban ambas salas, la ilegalidad.

Ahora, el TSJ también concluye que «el suelo no urbanizable nunca puede formar parte de un área de reparto uniparcelaria». Además, subraya que la licencia ambiental concedida por el entonces alcalde mediante decreto es «nula de pleno derecho». Todos los movimientos que luego hizo el Ayuntamiento para corregir el tropiezo inicial han sido en balde. El fallo incide en que «el hecho de que con posterioridad» el pleno diera luz verde al PRI y al Estudio de Detalle ya no cambia las cosas. El problema para el Consistorio es ahora mayúsculo.

El supermercado Masymas está fuera de ordenación y la mercantil que ha ganado este contencioso podría exigir su demolición. Además, según ha podido saber este diario, esa empresa también podría exigir que el Ayuntamiento la indemnizara por el lucro cesante. Y lo valora en unos 800.000 euros. La zona, próxima a las playas y al núcleo urbano de Moraira, está repleta de chalés. Para los supermercados, el negocio es seguro.