Las elecciones se aproximan y las protestas vecinales no son una buena publicidad para ningún candidato a la Alcaldía. Y si no, que se lo digan al alcalde de Ondara, Ximo Ferrando. Los padres y madres del colegio Marjals están «indignados» después de que una empresa de telefonía móvil haya levantado a tan sólo 250 metros del centro educativo una antena que, temen, perjudique a la salud de los menores.

Además, el colectivo asegura que el Ayuntamiento de Ondara actuó de manera poco rigurosa porque la empresa solicitó licencia de obra el 19 de octubre de 2006 sin que en ningún momento fuera denegada por el Consistorio. Posteriormente a esta solicitud, transcurrieron más de tres meses y la compañía de telefonía comenzó las obras de la antena al considerar que se le había concedido el permiso por silencio administrativo. Pero no fue hasta que los padres y madres de los alumnos del colegio Marjals transmitieron sus quejas a la administración local cuando el Ayuntamiento le vio las orejas al lobo y emitió un informe desfavorable del arquitecto municipal sobre la solicitud de la licencia. Sin embargo, para entonces, las obras de la antena estaban prácticamente acabadas. Así explican los acontecimientos, sobrevenidos tras la colocación de esta antena de telefonía en el polígono industrial de Ondara, los padres y madres en un escrito presentado por registro de entrada en el Ayuntamiento junto a más de 1.200 firmas exigiendo la desmantelación de la antena. Posteriormente, el pasado 8 de marzo, el alcalde firmó un decreto para ordenar la paralización de las obras, aunque cuando las obras estaban prácticamente acabadas.