Había prometido que no pararía en la batalla que libra desde hace ocho años, tras sentirse víctima de una estafa inmobiliaria, y no lo ha hecho. Manuel Mir, el hombre que recientemente logró in extremis evitar ser desahuciado de su vivienda en Xàbia, sigue su cruzada legal contra la promotora. El juzgado número 1 de Dénia ha admitido a trámite la demanda penal que este vecino ha presentado contra el grupo promotor, cuyos 5 representantes han sido llamados a declarar el próximo día 7 de octubre. Dos días antes, el 5, acudirá también a ratificar la denuncia el propio Mir. En la denuncia, acusa a los empresarios de supuestas estafa agravada, estafa impropia y alzamiento de bienes.

Sus problemas con el piso aún no están resueltos, pero ya a finales de julio logró al menos que otro juzgado de Dénia le adjudicara la posesión de la vivienda y, por tanto, no tener que abandonarla. Pero el pleito sigue: el piso tiene, narra, 20 metros cuadrados menos de los que se suponía cuando lo compró sobre plano, y numerosas deficiencias.

No obstante, sus preocupaciones van ahora más allá de las paredes de su casa, pues se ha propuesto dedicarse en cuerpo y alma a defender a quienes se encuentran en la misma situación. Por ello, ayer se plantó de nuevo luciendo varias pancartas en la puerta del juzgado. Y es que estaba previsto que se celebrara la subasta de las 42 viviendas de otro edificio de este mismo grupo promotor en Xàbia, aunque finalmente ha quedado aplazada hasta el 10 de noviembre por un defecto de forma en su publicación.

En este caso, cuenta, "hay 42 familias estafadas" que pagaron entre 50.000 y 70.000 euros de entrada por la adquisición sobre plano de cada vivienda. A estas 42 familias se sumarían al menos dos matrimonios que también adquirieron una vivienda en la finca donde tiene su casa Manuel Mir. Personas que "habían gastado sus ahorros para pasar su jubilación en Xàbia y también han sido estafadas". Y, por último, otras familias cuyo número no pudo cuantificar que habrían adquirido sobre plano las viviendas que se anuncian en un céntrico solar de Dénia desde hace años, y en el que nunca se ha llegado a construir.

El denunciante asegura que el promotor habría llegado a vender un mismo piso a varias personas, ofreciéndoles contratos de "promesa de compra-venta" que, como sucede a veces con las promesas, nunca se hacía realidad. Sin embargo, según cuenta, lo que sí que pagaban los interesados en el momento de la firma era la entrada.

La abogada de Manuel Mir, Sandra Ochoa, puso de manifiesto la problemática que padecen los afectados. "Una estafa de vivienda no es una estafa cualquiera; te arruina la vida", indicó.