El empresario Francisco Artacho Tellado, al que la investigación del fraude de la basura de Calp sitúa como el intermediario que negoció los sobornos que supuestamente pagó Ángel Fenoll a concejales y técnicos del ayuntamiento calpino, demostró de nuevo ayer que es un consumado equilibrista en los juzgados.

Tras plantar dos veces al juez de Dénia que instruye esta pieza separada del caso Brugal, ayer, por fin, apareció. Y lo hizo cuando la Guardia Civil lo buscaba para arrestarlo. El magistrado dictó el pasado viernes un auto de detención por incomparecencia. Artacho estaba prevenido por su abogado. Si ayer no daba señales de vida, su arresto era cuestión de horas. Este empresario, que es cuñado del exedil calpino Juan Roselló, del PP, quien también está imputado en esta causa, se libró por los pelos, pero no salió del trance sin más. El juez decretó su libertad provisional tras anular el oficio de búsqueda y detención.

En el caso Aguas de Calpe, en el que ya estuvo imputado también junto a su cuñado, Artacho también acostumbraba a eludir las citaciones y sólo se presentaba en el juzgado cuando había agotado todas las vías posibles para retrasar sus comparecencias. Esta causa, tras siete años de instrucción, terminó por archivarse.

El pasado viernes, este empresario, que tiene su domicilio en Alicante, estaba citado a declarar junto a Ángel Fenoll y el hijo de éste, Antonio Ángel Fenoll. Los dos últimos sí acudieron, aunque se acogieron a su derecho constitucional a no declarar. Artacho ni eso. El día de antes su abogado había presentado un informe médico para excusar a su cliente. El forense del juzgado examinó el informe y determinó que la enfermedad que padece este imputado no le impedía presentarse ante el juez. Ahora que Artacho, al menos, ha asomado por el juzgado, el magistrado lo ha citado de nuevo para el próximo martes, día 15. En la declaración, deben estar presentes los abogados del resto de imputados (entre otros, el exalcalde del PP Javier Morató y los exediles Roselló, José Perles y Fernando Penella) y de las partes personadas.

Con todo, no sería de extrañar que después de jugar al gato y al ratón, Artacho optara por la fórmula que ya siguieron su cuñado y Fenoll y su hijo de hacer acto de presencia, pero no declarar. Sería una pirueta más.

Esta pieza del caso Brugal se basa en las conversaciones grabadas en las que Fenoll y Artacho supuestamente negocian las comisiones a pagar a concejales y técnicos de Calp (600.000 euros) a cambio de que otorgaran el contrato de la planta de transferencias de basura a Colsur, que es la empresa de Fenoll.

En esas conversaciones, los dos implicados también plantean hinchar el pesaje de la basura y la facturación al ayuntamiento para recuperar el dinero pagado en comisiones. Que los pesajes se inflaban está confirmado. Los informes técnicos municipales sitúan en unos seis millones de euros el dinero que durante 12 años de contrato de la basura se ha defraudado al ayuntamiento.