Los gobiernos de Dénia y Ondara encabezados por Ana Kringe y Ximo Ferrando, ambos del Partido Popular, han abierto un resquicio en el consenso comarcal en torno al tren Gandia-Dénia. El conflicto que ambos municipios mantienen por la ubicación de la estación comarcal es ya una guerra abierta, como quedó acreditado ayer con la comparecencia que, en bloque, realizó el gobierno de Dénia (PP-CU) para calificar de "irrenunciable" que la estación se ubique en término dianense y acusar al alcalde de Ondara de querer "que el tren no llegue a Dénia".

La alcaldesa de Dénia, Ana Kringe, aseguró que "vamos a pelear con uñas y dientes" para que se mantenga el trazado previsto y la estación comarcal junto al Camí de l'Advocat, en término de Dénia. Y se preguntó "por qué el alcalde de Ondara -Ximo Ferrando- quiere dejar a Dénia sin estación".

Kringe aseguró que el proyecto "es el mismo" que la conselleria elaboró en 2001, y que contemplaba un apeadero en El Verger, una estación en Ondara y otra en Dénia. De hecho, aseguró que, tras entablar contacto ayer con la Conselleria de Infraestructuras, "no hay ningún cambio", por lo que "Ondara tiene también su estación".

Por su parte, la concejala de Planeamiento y Gestión Urbanística y socia de gobierno del PP en Dénia, Pepa Font (CU), calificó de "frivolidad que el alcalde de Ondara no debía haberse permitido" las críticas de Ferrando. Y temió que, con este conflicto, "se pueda dejar sine die la ejecución del proyecto" tan reivindicado del tren entre Gandia y Dénia.