Las dos supuestas víctimas que denunciaron a la presunta secta de Llíber afirmaron ayer ante el tribunal que algunas de las prácticas seguidas en los cursos impartidos por el colectivo les causaron "daños psicológicos" y "terror". Los denunciantes, Antonio R. y Elvira F., declararon como testigos en la segunda jornada del juicio que se sigue en el Palacio de Justicia de Benidorm por diversos delitos contra siete acusados que, presuntamente, serían los responsables de la secta, según la acusación particular, que pide un global de 98 años de cárcel por asociación ilícita, estafa, lesiones, apropiación indebida, delitos contra la propiedad intelectual y contra los derechos fundamentales.

Sin embargo, desde el ministerio fiscal se acusa sólo a la supuesta líder del colectivo, Victoria A.R., para la que pide nueve años de prisión.

Ante el tribunal, los denunciantes ratificaron las declaraciones prestadas en su día a la Guardia Civil -que actuó contra la presunta secta en 2006- y el juzgado de Dénia que asumió el caso. Tanto Antonio R. como Elvira F. sostuvieron que cuando empezaron a seguir los cursos de diversas modalidades de meditación que impartía Victoria A.R. tenían problemas personales y que buscaban una mejoría.

Ambos aseguraron que, tras una leve mejoría, su estado empezó a empeorar conforme seguían estos cursos y que, tras abandonar el colectivo, tuvieron que ponerse en tratamiento psicológico. Según Elvira F., los informes realizados por los psicólogos forenses determinan que tras su paso por los cursos sufría "trastorno depresivo". A preguntas del fiscal y de los abogados de la defensa, los dos denunciantes reconocieron que contactaron con la organización de investigación de sectas AIS y que expertos de ésta "confirmaron" que el colectivo encabezado por Victoria A.R. "tenía visos de ser un grupo de manipulación psicológica". Pero aseguraron que no denunciaron alentados por AIS, sino que fue una decisión propia.

Durante su declaración, las dos supuestas víctimas acusaron a la que está considerada como líder de la secta de tratar de condicionar aspectos de sus vidas, si bien dijeron que no rompieron la relación con todo su entorno familiar o amistoso.

Uno de los abogados de la defensa explicó que los denunciantes habían caído en "contradicciones" con las declaraciones prestadas en su día ante la Guardia Civil y el juzgado. Tras insistir en la absolución de todos los acusados, el letrado apuntó que los denunciantes "mantienen su fábula" respecto a unos cursos que son "de lo más comunes" y calificó de "caza de brujas" la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil.

Además de los denunciantes, también declararon ayer diversos testigos a petición del fiscal y la defensa, entre ellos un agente de la Guardia Civil y numerosas personas que siguieron los cursos impartidos por Victoria A.R.

La vista se reanudará hoy con las periciales policiales y judiciales y, según fuentes cercanas al caso, está previsto que declaren varios psicólogos forenses y los profesionales que atendieron a las supuestas víctimas. Según las mismas fuentes, en función de cómo se desarrolle la jornada, el caso podría quedar hoy mismo visto para sentencia.