Los bañistas de la Punta del Raset bautizaron a las medusas que proliferaron en esta playa de Dénia sobre todo en el verano de 2008 como "latiguillos". El roce de sus tentáculos producía una comezón parecida a la de una descarga eléctrica. En ese verano, los socorristas de Cruz Roja atendieron a unos 2.500 bañistas que sufrieron la picadura de medusas de la especie carybdea marsupialis. La presencia masiva de estos celentéreos obligó a izar la bandera amarilla e incluso la roja durante varios días.

Esa explosión de medusas despertó el interés de los científicos. De hecho, las 2.500 picaduras registradas entre junio y agosto en una sola playa no tienen precedente a nivel mundial. La Universidad de Alicante inició el pasado año un estudio para tratar de aclarar por qué esa especie de medusa, que es impropia del Mediterráneo, llegó de forma masiva a las aguas de Dénia. Con todo, el objetivo principal es combatir su "repentina y peligrosa" proliferación, según indicó ayer la propia universidad en un comunicado.

Especialmente dañina

La carybdea marsupialis puede ser "especialmente dañina" al formarse "enjambres de individuos" y producir numerosas picaduras en los bañistas. Su extraordinaria proliferación en el verano de 2008 en las playas de Dénia, sobre todo en la de la Punta del Raset, se considera del todo "inusual" ya que esta medusa es típica de aguas tropicales y subtropicales.

La investigación de la Universidad de Alicante la lleva a cabo su Instituto para el Estudio del Medio Ramon Margalef. El proyecto se denomina Cubomed y forma parte del programa Life de la Unión Europea. Cuenta con financiación de la Comisión Europea, del Ministerio de Medio Ambiente y de la Conselleria de Medio Ambiente.

"Se tiene constancia de la presencia de estas medusas en el Mediterráneo al menos desde 1878, en el Adriático, y de hecho es conocida por los viejos del lugar, pero ellos mismos se sorprenden de ver la densidad de los grupos que están apareciendo", asegura el profesor de Ciencias del Mar de la Universidad de Alicante y director de este proyecto, Just Bayle. La investigación se desarrollará durante sesenta meses.

El factor de la temperatura

Los científicos todavía desconocen la vía de colonización de esta medusa de la región mediterránea. Su proliferación en una playa como la del Raset, que está junto al puerto de Dénia, puede estar asociada a que en julio y agosto en este tramo litoral el agua alcanza una temperatura más elevada.

En lo que va de verano las medusas no han llegado a las playas de la Marina Alta. Tampoco los pescadores han avistado, como en otros años, bancos de celentéreos próximos a la costa. De momento, nada hace presagiar que se produzca una explosión de medusas como la del verano de 2008.