Eva porque es la primera mujer y pinera porque pertenece a la partida rural de Pinos, en Benissa. Así de simple. Eva pinera es el nombre con el que los vecinos de Benissa se refieren a la estilizada representación de una mujer de la prehistoria que se halla en l'Abric de Pinos. Bautizarla como Eva le va al pelo, ya que se trata también de una de las primeras figuras femeninas del arte rupestre valenciano. Hay que fijarse mucho -el trazo es muy fino y la figura apenas mide unos centímetros- para descubrir a una mujer con los brazos en jarras y actitud desenvuelta.

Esta Eva inmortalizada hace 6.000 años en un imponente abrigo de la falda de la Serra de Bèrnia es ahora un poco más visible. Todo el conjunto de pinturas levantinas y esquemáticas de l'Abric de Pinos se ha restaurado. La figura femenina sigue siendo la más reconocible. Un panel ayuda a adivinar la existencia de otras pinturas antropomórficas y zoomórficas (posiblemente cérvidos).

Los arqueólogos Rubén Vidal y Lluís Castelló explicaron ayer que el trabajo de restauración ha consistido en consolidar la roca, combatir la humedad y eliminar graffitis que se hicieron antes de que se cerrara con una reja el tramo del abrigo donde están las pinturas. "También retiraremos la cal que tapa parte de las representaciones", comentó Rubén Vidal.

Además, está previsto restaurar los apriscos y refugios de pastores construidos con piedra y argamasa en este abrigo. El Ayuntamiento quiere difundir y poner en valor el único conjunto de pinturas rupestres de Benissa.