La Audiencia suspendió ayer el juicio contra los responsables de una promotora de Dénia acusados de una presunta quiebra fraudulenta para decidir si los hechos han prescrito, ya que han tardado más de trece años en juzgarse. Los empresarios se enfrentaban a cuatro de años de cárcel.

Según el escrito de acusación del fiscal, la mercantil de los acusados dejó de pagar a sus acreedores en el año 1997, sin que éstos pudieran ejercitar ningún tipo de control ya que no existía ningún tipo de contabilidad de la empresa. En ese periodo vendieron varias parcelas a algunos familiares, que posteriormente eran revendidas a terceros incrementando su valor hasta un 327% y un 430%. La Fiscalía pedía que se declarara la nulidad de las ventas de las fincas para ser incorporadas a la masa de la quiebra. Las defensas plantearon ayer al inicio del juicio que los hechos juzgados ya están prescritos. Ante esta petición, la Audiencia suspendió la vista para estudiar la petición.