Los cien pasajeros del "Isla de Botafoc", un barco de la compañía Baleària, se cansaron ayer de contemplar la catedral de Palma desde la cubierta. El trayecto desde Dénia a la capital mallorquina se dilató a lo largo de 22 horas y la mayoría de todo este tiempo lo pasaron cerca de la bahía de Palma, a pocas millas del puerto, que se cerró a las 3.30 de la madrugada del sábado al domingo debido al fuerte viento del sur. Las rachas alcanzaron en algunos momentos los 90 kilómetros por hora.

El trayecto habitual desde Dénia a Palma con escala en Ibiza dura diez horas, pero Cati y su hijo Álex permanecieron a bordo casi un día. "El niño se ha encontrado feliz pero yo he pasado un poco de miedo porque el buque se movía", relata Cati, quien descendía agotada después de una travesía interminable. A su llegada a la estación número dos del puerto palmesano le aguardaban sus padres, quienes por fin respiraron tranquilos al ver a su hija aparecer por la pasarela.

El "Isla de Botafoc" no fue el único barco que padeció la inclemencia del tiempo. También fondearon a escasa distancia de la bahía los navíos "Murillo", con 106 pasajeros en su interior; y "Audacia", con otras 126 personas, ambos de Acciona-Trasmediterránea. El primero completaba la ruta con Barcelona y el segundo con Valencia. Los viajeros del "Murillo" y el "Audacia" permanecieron a bordo unas 17 horas.

Tampoco pudieron disfrutar de un crucero plácido los turistas del "Seabourn Legend", que se vio obligado a desviar su rumbo a Alicante al no poder efectuar la escala prevista a las 8.30 horas de la mañana de ayer, según la Autoridad Portuaria de Palma, que abrió el puerto a media tarde.

Por otra parte, las inundaciones registradas en Salou (Tarragona) provocaron el corte del Corredor Mediterráneo entre las 5.00 y las 7.40 horas, que no afectó a ningún tren que viajara hacia o desde Alicante. Asimismo, el temporal de frío y nieve en la provincia de Teruel obligó a usar cadenas en la autovía A-23, que comunica esta ciudad con Valencia.