Parte de los 200 pasajeros del barco que Fomento impidió partir de Dénia el sábado por el peligro que presentaba pasaron la que para muchos era su primera noche de vacaciones, al raso. Cambiaron el hotel de Formentera por el duro suelo del puerto, la tranquilidad por indignación e impotencia generalizadas, y la comida de restaurante por cocinar en el parking. Gran parte del pasaje del "Pitiusa Nova" de la empresa Iscomar seguían ayer aguardando en el puerto de Dénia para embarcarse a Formentera, algunos tras verse obligados a pasar la noche en la calle y cocinar en el parking. La indignación y el enfado eran ayer palpables en el complejo portuario. Alrededor de 200 personas se han visto afectadas por la suspensión del trayecto que tenía previsto partir el sábado a las 16 horas con destino a Formentera, después de que Fomento denegara el permiso para la salida tras no superar el buque una inspección sorpresa, según informó Efe. La mayor parte presentaron reclamaciones en el puerto y denuncias en los juzgados de Dénia, aunque no tenían alternativas para alcanzar Formentera hasta hoy.

Este medio trató sin éxito ponerse en contacto con algún portavoz de Iscomar, mientras que algunos de los afectados explicaron que la compañía les informó de que no puede llevarles hasta la isla y que, a cambio, les ha ofrecido reembolsarles el dinero o acomodarles en el barco de ayer a las 20 horas con destino a otra de las Pitiusas: Ibiza. Lucía Cabrera señaló que ha tenido que dormir en la calle porque a última hora del sábado, en plena temporada alta, no encontró hotel. "Hemos dormido en el suelo con los sacos de dormir porque no nos han dado ni noche de hotel. Ha venido la Policía y nos dijo que la Cruz Roja igual se pasaba y daba agua, pero nada, hemos estado tirados aquí, aunque había gente con niños", relató.

Los pasajeros se mostraban ayer muy enfadados y se sentían "impotentes" por el perjuicio económico que supone perder las noches de hotel en Formentera. Les han estropeado las vacaciones. Ayer tarde algunos aún no sabían qué hacer. Ir a Ibiza, esperar otra noche o volverse a casa.

Otro afectado, Rafael Urquiza, comentó que la compañía le avisó de la cancelación poco antes con un mensaje al móvil y lamentó que, desde entonces, no haya podido contactar con la compañía "ni nadie haya dado ninguna explicación". Compró su billete hace meses con una rebaja del 70%, por lo que le salió por 180 euros, y que si quiere comprar otro con la otra compañía que opera desde Dénia, Balearia, le saldría por unos 800, "y no compensa". Otra pasajera, Tatiana Dilahat, comentó que su familia ha tenido más suerte porque tenía donde quedarse a dormir por la zona. "Nosotros tenemos familia por aquí y podemos alojarnos pero hay mucha gente con niños que no pudieron hacer nada", aseguró Dilahat, que indicó que intentará viajar con otra compañía porque tiene "el alojamiento pagado en Formentera".