Juicio en Tailandia

Daniel Sancho, al acabar el juicio por la muerte de Edwin Arrieta: "Siento que unos padres hayan perdido un hijo"

El caso queda visto para sentencia, que se dará a conocer el 29 de agosto

Adrián Foncillas

A mediodía, con el bochorno castigando la isla de Koh Samui, el juez dio por concluido el juicio contra Daniel Sancho y emplazó a las partes al 29 de agosto para la sentencia. Han sido doce jornadas de las 15 previstas con 35 testigos y abundantes problemas técnicos, desde apagones a traducciones debatidas, pero todas las partes se marchan satisfechas y con sus pretensiones intactas: un asesinato premeditado para una, un homicidio en legítima defensa para la otra.

La última sesión tenía programada a uno de los testigos más rocambolescos: un cocinero tailandés llamado a corroborar que el serrucho comprado por Sancho en la víspera del concienzudo troceado del cirujano colombiano también tiene fines culinarios. A tal efecto había acudido la defensa con un coco seccionado por la mitad y convertido en boles para servir comida. La cadena de hoteles que le emplea juzgó inconveniente que participara en aquello y le ha denegado la mañana libre. Los abogados de Sancho han desdeñado el revés porque, en su opinión, ya había acreditado antes que no lo adquirió para el crimen.

Alegato final del acusado

Quedaba, pues, el colofón: el alegato de Sancho, una prerrogativa del acusado a la última palabra, que ha utilizado para enumerar los atropellos policiales, insistir en la defensa legítima y mostrar arrepentimiento. Sobre los primeros ha recordado que le fue denegada su llamada telefónica y un abogado porque la policía le aclaró que estaba ahí para ayudarlo o que le prometieron un raudo traslado a España si colaboraba con un documento de deportación falsificado. Fue el único en inglés que le acercaron, puntualiza la defensa. Ha sostenido también que en aquella habitación de hotel se defendió de una agresión sexual y ha mostrado su pesar por la pérdida de una vida humana, fueran las que fueran las circunstancias.

"Siento que su familia no haya podido enterrarlo en condiciones, siento lo que hice después de la muerte"

Daniel Sancho, en su alegato final

"Siento que se haya perdido una vida y que unos padres hayan perdido un hijo, siento que su familia no haya podido enterrarlo en condiciones, siento lo que hice después de la muerte", ha declarado, según EFE. También ha dirigido un mensaje a la familia de Edwin Arrieta: la compensará con dinero, en cuanto pueda y en la medida que estime conveniente. No es previsible que cuente pronto con un empleo remunerado.

El perdón, las disculpas o el arrepentimiento, aspectos más morales que jurídicos, han monopolizado debates en estas semanas. Rodolfo Sancho, célebre padre del actor, ha querido finiquitarlos a las puertas de la corte. “A los que me han presentado como inhumano he de decirles que es mentira que no presentara mis condolencias a la familia en Colombia, fue lo primero que hice”, ha dicho en su primera parada ante las alcachofas en semanas.

Premeditación desinflada

El abogado de la coacusación, Metapon Suwancharern, ha aclarado después que Sancho había perseverado en el arrepentimiento. También habría admitido, según la misma fuente, que no debería haber descuartizado el cadáver. Solo ese delito ha reconocido Sancho y no los de asesinato premeditado ni destrucción de documentación ajena. El abogado, en todo caso, se ha mostrado satisfecho con el proceso a pesar de que su pretensión inicial de la premeditación se ha desinflado. El fiscal, tras el desfile de sus testigos, ya admitió que era difícil acreditarla. Después de varios de los llamados por la defensa ha repetido el mensaje. En el equipo Sancho se respira una satisfacción lindante con la euforia.

“La acusación no ha podido demostrar ningún aspecto de su relato”, señala Carmen Balfagón, representante de la familia Sancho. “No estamos satisfechos con la policía pero sí con la justicia tailandesa, ha sido un proceso con todas las garantías”, añade. ¿Pensará lo mismo si cae sobre su defendido la pena de muerte o la cadena perpetua que pronostican los juristas tailandeses consultados por este diario? “Sí, apelaremos”, responde.  

Recursos

Estas cuatro semanas en Koh Samui son solo el primer acto de la función. El caso se alargará durante años probablemente con recursos. El fiscal, Jeerawat Sawatdichai, ha anunciado este jueves que lo hará si Sancho es absuelto. El abogado pro bono de la familia Arrieta, Juan Gonzalo Ospina, ha aireado componendas y enjuagues sin aportar pruebas, unas preventivas tiritas frente a una hipotética derrota que revelan un espíritu deportivo mejorable. 

Esta crónica es tan inevitablemente desequilibrada como las últimas. Sin acceso al tribunal por el cerrojazo, no hay más fuentes que las dos partes y Ospina ha ignorado los mensajes de este corresponsal en la última semana.