La canciller alemana, Angela Merkel, defendió este miércoles que la cohesión entre los países de la Unión Europea para superar la crisis económica por el coronavirus "no es un gesto humanitario, sino una inversión sostenible", y advirtió de que todo el mundo debe ser capaz de "ponerse en el lugar del otro".

"La Unión Europea enfrenta el reto más inmenso de su historia", afirmó Merkel ante el pleno del Parlamento Europeo en Bruselas, donde presentó las prioridades de la Presidencia semestral alemana del Consejo, recién comenzada el pasado 1 de julio, y se refirió también a la respuesta europea a la crisis del coronavirus.

La canciller incidió en que la Unión Europea saldrá de la crisis "si hay voluntad de superar nuestras diferencias y buscar soluciones comunes, de ver el mundo con los ojos del otro".

"Saldremos de la crisis más fuertes que antes si reforzamos la cohesión y la solidaridad. Nadie saldrá de ésta solo, somos todos vulnerables. La solidaridad europea no es un gesto humanitario, es una inversión sostenible. No es solo un imperativo político, merece la pena y nos traerá beneficios", subrayó la veterana política alemana.

El viaje de Merkel a Bruselas llega a menos de diez días de la próxima cumbre de líderes europeos de los 17 y 18 de julio -la primera presencial desde el mes de febrero-, en la que los Veintisiete tratarán de acordar el presupuesto comunitario para los próximos siete años y el plan de recuperación de la economía europea tras la pandemia.

La Comisión Europea ha propuesto un volumen de 1,1 billones de euros para el presupuesto y de 750.000 millones para el fondo, pero durante la cumbre se pondrán sobre la mesa diferentes intereses y posturas sobre estos montos o las condiciones para su desembolso, que obstaculizarán el consenso.

En este sentido, Merkel insistió en la importancia de cerrar un acuerdo antes del receso estival y recalcó que será necesario ceder y que se vean "compromisos" de todas las partes para lograr un acuerdo sobre este multimillonario paquete presupuestario.

"Queremos alcanzar un acuerdo rápidamente. Ya hemos visto la convulsión en la economía, no podemos malgastar más el tiempo", dijo Merkel.

Con vistas a allanar un acuerdo en esa cumbre, la canciller mantendrá esta tarde un encuentro con los presidentes de las tres instituciones europeas principales: la de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el del Consejo Europeo, Charles Michel; y el de la Eurocámara, David Sassoli.

La visita de Merkel a Bruselas supone el primer viaje al extranjero de la canciller desde el inicio de la pandemia, una crisis en la que, confesó, le ha resultado especialmente difícil imponer medidas restringiendo la libertad de sus ciudadanos.

"Hemos tenido que romper las cadenas de transmisión del virus y (para ello) se han tenido que restringir derechos fundamentales. Ha sido un precio alto a pagar. Una pandemia no puede usarse para erosionar los principios democráticos", advirtió Merkel.

"Yo viví durante 35 años en una sociedad que no era libre, por lo que restringir los derechos durante la pandemia fue una decisión difícil", añadió.

Merkel recordó los más de 100.000 fallecidos en Europa a causa del coronavirus y mencionó a las miles de personas que han vivido esta crisis solos y no han podido despedirse de sus seres queridos que han fallecido.

"Hay que tenerlos en mente cuando hablemos de la recuperación económica. Necesitamos poder llorar a nuestros muertos, reconocer el dolor de las despedidas que no han sido posibles. Esto seguirá entre nosotros durante un tiempo", dijo la canciller.

Más allá de la crisis del coronavirus, Merkel pidió también que la Unión Europea acuerde pronto la neutralidad climática para el año 2050 de forma legalmente vinculante, un compromiso al que se han adherido ya la mayoría de países de la UE pero para el que aún no hay un consenso absoluto.

También hizo referencia a la reforma del sistema migratorio, una legislación en la que su Presidencia buscará avances pese a que el asunto lleva años bloqueado, y recordó que "aunque sea un tema políticamente sensible", Europa debe "mostrar esa sensibilidad y no mirar hacia otro lado".

En un tono más personal, Merkel concluyó su discurso reconociéndose "melómana" y celebró que su Presidencia del Consejo vaya a coincidir con la conmemoración del 250 aniversario de la muerte del compositor alemán Ludwig van Beethoven, cuya novena sinfonía es el origen del himno de la Unión Europea.

"Cada vez que escucho su música descubro algo nuevo que me emociona. Lo mismo me pasa con Europa, la descubrimos cada día y cada día me quedo impresionada con Europa. Espero que el mensaje de la música de Beethoven nos guíe hacia el futuro: Europa será capaz si nos mantenemos unidos", cerró la alemana su discurso, que levantó una larga ovación de los eurodiputados.