Italia ha aprobado este miércoles una regularización de los migrantes que se dediquen a las labores agrícolas y de cuidadores domésticos, que podrán optar a un permiso de residencia temporal para paliar la falta de mano de obra por la pandemia de coronavirus, como parte de un paquete de ayudas de 55.000 millones de euros.

"Desde hoy los invisibles serán menos invisibles, quienes fueron brutalmente explotados en los campos podrán acceder a un permiso de residencia", anunció emocionada en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros la ministra de Agricultura y principal impulsora de la iniciativa, Teresa Bellanova.

La medida, que suscitó divergencias en la coalición de Gobierno y críticas desde la oposición de derechas, forma parte de un amplio decreto dotado con 55.000 millones de euros en ayudas a familias y empresas perjudicadas por el cese de actividad por la pandemia.

Una medida contra el crimen organizado

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, justificó la regularización con la necesidad de combatir la delincuencia organizada que los explota en los campos y a los capataces que los ofrecen como mano de obra en negro, a quienes calificó de "modernos traficantes de esclavos".

También tiene por objetivo hacer frente a la economía sumergida y proteger a estas personas en medio de una emergencia sanitaria. Conte reconoció que los italianos "necesitan" a los migrantes que trabajan en la recolección, pues en estos momentos se registra una falta de mano de obra por el cierre de fronteras.

La regularización está dirigida a los trabajadores que cuenten con permiso de residencia caducado o que nunca lo hayan tenido y residan irregularmente en Italia.

El permiso de residencia será temporal, por seis meses renovable otro medio año, y, si al término de la prestación el trabajador presenta un contrato, podrá conseguir un permiso de residencia laboral, según el último boceto del decreto, a la espera de que se publique el definitivo.

El proceso para presentar documentos y obtener el permiso de residencia en Italia se extenderá desde el 1 de junio al 15 de julio.

Según varios estudios, beneficiaría a unas 500.000 personas (200.000 cuidadores y amas de casa y 300.000 trabajadores agrícolas) y aportaría 2.600 millones de euros por año a las arcas estatales. De acuerdo con la fundación Ismu, los inmigrantes irregulares en Italia pueden rondar los 600.000.

La medida ha sido aprobada tras varias semanas de negociaciones entre el Movimiento Cinco Estrellas, reacio a la regularización, y el resto de fuerzas progresistas de la coalición, el Partido Demócrata (PD), Italia Viva (IV) y Libres e Iguales (LeU), que estaban a favor.

Requisitos para el permiso

Esta medida prevé una contribución de los empresarios de 400 euros por cada migrante que contraten por el momento y el trabajador deberá pagar 160 euros para obtener el permiso de residencia temporal de seis meses para la búsqueda de empleo.

Los requisitos para acceder a la regularización serán que hayan sido identificados a su llegada a Italia mediante foto antes del 8 de marzo de 2020 o que puedan afirmar haber residido en el país de forma continuada antes de esa fecha.

También en el caso de que tengan un permiso de residencia que haya expirado después del 31 de octubre de 2019 o que esté a punto de vencer, que no hayan abandonado el país antes del 8 de marzo de 2020, podrán solicitar un permiso de residencia temporal para buscar trabajo.

Quedan excluidos los migrantes con problemas legales y los empresarios condenados por contratación ilegal o delitos como la explotación de la prostitución o la inmigración.

Desde que se detectara el primer caso de coronavirus autóctono el 21 de febrero, Italia ha registrado 222.104 contagios, de los que 31.106 personas han fallecido y 78.457 siguen enfermas, según los últimos datos de Protección Civil, que confirman la tendencia a la baja de la pandemia en este país.