El Ministerio del Interior tunecino se encuentra en alerta máxima frente a cualquier "riesgo potencial", tras el atentado terrorista cometido este viernes por en la capital, en el que resultaron heridos cinco agentes y un civil.

Interior confirmó que dos individuos estacionaron su moto en torno a las 11.00 hora local y GMT junto a un puesto de control policial cercano a la embajada de Estados Unidos, en el barrio financiero de Lac, fingiendo pedir información cuando detonaron el cinturón explosivo.

Según la emisora local Mosaique FM, uno de los policías heridos ha fallecido, aunque esto no ha sido aún confirmado por fuentes oficiales.

Las fuerzas de seguridad cerraron el acceso al centro de la ciudad como medida preventiva y los trabajadores de las oficinas próximas al lugar de la explosión se encuentran confinados a la espera de ser evacuados.

En junio pasado, Túnez sufrió un doble atentado suicida en dos puntos distintos de la capital que terminó con la vida de un agente e hirió a 8 personas.

El pasado octubre, una joven de apenas 20 años causó 15 heridos al hacer estallar la carga que portaba en el bolso frente a una patrulla de la Policía en la céntrica avenida Habib Bourguiba, cerca de la embajada de Francia.

Túnez vivió en 2015 una cadena de tres atentados en la capital y en Sousa que segó la vida de 72 personas, 60 de ellos turistas extranjeros y 12 miembros de la Guardia Presidencial.

Los ataques, que hundieron el turismo, una de la principales industrias de un país sumido en una grave crisis económica, fueron reivindicados por una rama salafista radical local vinculada al citado grupo yihadista.

Los atentados se producen a apenas cuatro meses de unas elecciones presidenciales y legislativas que se consideran cruciales para el futuro del país.